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Cuidado con lo que vemos

Cuidado con lo que vemos

Aunque poco se hable de eso, estamos en una sociedad en la que no solo hombres, también mujeres se han vuelto adictos a la pornografía. Lo que es más alarmante, es el hecho de que un 90% de los niños pequeños y el 60% de las niñas han estado expuestos a la pornografía antes de cumplir los 18 años.

No es un secreto que la industria porno-gráfica ha expandido exponencialmente en los últimos 15 años y que todavía está creciendo gracias al Internet.

Pero, ¿cuáles son los peligros reales de ver porno?

El secreto de esta industria, es dejar a los consumidores pendientes de más, y una de las claves es que el consumidor se sienta frustrado con sus propias experiencias sexuales.

Las expectativas sexuales que el hombre trae al matrimonio y los problemas relacionales que esto causa, la fijación del cuerpo femenino en las mentes de hombres y muchachos, el tiempo gastado en búsquedas de pornografía en el Internet, además del peso psicológico y espiritual de vivir con pecado oculto; son solo algunas de las consecuencias de este fenómeno tan debilitador. Es difícil controlar lo que vemos en redes sociales, es casi imposible huir de mujeres semidesnudas que aparecen en las pantallas. Acá lo más importante es reconocer si existe o no un problema, dependiendo del caso busquen hablar con un sacerdote de confianza y mantener un acompañante espiritual, ya que aunque no lo veamos, este problema puede afectar en el futuro ya sea en la vida de pareja o celibato personal.

El riesgo no es que Dios deje de perdonarte, sino que el pecado te distorsione tanto que no quieras ya recibir su perdón y su gracia. Es decir, el pecado te puede cambiar a ti y esto es un riesgo muy serio.