Desde hace 37 años católicos cuentan con su propia cooperativa

Desde hace 37 años católicos cuentan con su propia cooperativa

La Iglesia Católica conoce bien el valor de las cooperativas, el papa Francisco lo ha recordado en varios encuentros, indicando que en la creación de muchas de estas cooperativas sobresale la relación entre sacerdotes y fieles laicos comprometidos, así como comunidades animadas por el espíritu de solidaridad en “un movimiento que no se termina jamás”.

Para Francisco Rodríguez, presidente actual de la Junta Directiva de la Cooperativa La Solidaridad, el cooperativismo y la Iglesia Católica trabajan en conjunto, pues comparten el compromiso de construir una sociedad mejor. “La Iglesia y el cooperativismo, coinciden en sus principios para construir una comunidad solidaria y su concepción de un mundo mejor y en Panamá contamos con la nuestra” afirmó.

En la década de los años 80 hubo un deterioro en la economía del país, estimulando una sociedad de consumo y al endeudamiento de la clase trabajadora en bancos y financieras; los trabajadores del Arzobispado de Panamá difícilmente eran objeto de crédito ante estas instituciones financieras.

Preocupado por esta situación, monseñor Marcos Gregorio Mc-Grath, entonces Arzobispo de Panamá, tuvo la iniciativa de crear la Cooperativa La Solidaridad. Inicialmente para los empleados de la Curia Metropolitana, con el objetivo de evitar que cayeran en manos de usureros, financieras o mueblerías, frente a sus necesidades económicas. McGrath gestionó para el capital semilla a través de Cáritas.

Rodríguez señala que durante 37 años la Cooperativa ha representado la única opción ante las necesidades de varios asociados, centrados en el concepto del desarrollo humano y la hermandad, a través de la colaboración de personas que unen sus esfuerzos para lograr una vida mejor.

Dentro de nuestra familia también los sacerdotes han formado parte, monseñor Uriah Ashley, los presbíteros Denzil Pérez, Irenio Quintero, Manuel Villarreal, Carlos Mejías y el recordado Rosendo Chendo Torres.

Agrega que la gran mayoría de los asociados ha logrado mejorar su calidad de vida, comprando o haciendo, arreglando sus casas, autos, otros cubriendo los costos educativos de sus hijos, pagando tratamientos médicos y hasta sus vacaciones. Aclara que todo eso mediante los préstamos obteni-dos a bajos intereses, cómodas letras mensuales y plazos acordes a sus posibilidades de pago.

“La desigualdad crece aceleradamente en el mundo, es bueno recordar que existen las cooperativas. La Solidaridad R.L. facilita y fortalece la vida de las familias” asegura Francisco Rodríguez.

Para todas las diócesis del país

Marcela de Santos, gerente administrativa de la Cooperativa señala que para formar parte de esta familia, simplemente la persona debe ser mayor de 18 años, que sea católico o que participe de algún movimiento. Que tenga espíritu de iniciativa y trabajo, deseos de incrementar la prosperidad de la cooperativa, responsable, solidaria y comprometida.

Extiende la invitación a todos los interesados, “pueden dirigirse a la oficina 208 del Arzobispado de Panamá en horario de oficina, con gusto le recibiremos”.

Conmemoración

El primer sábado de julio de cada año, los socios de cooperativas de todo el mundo celebran el Día Internacional de las Cooperativas, así lo proclamó en 1992, la Asamblea General de la ONU.

Con esta celebración pretenden generar conciencia sobre la importancia de las cooperativas y sus aportes frente a la resolución de problemas sociales, políticos y económicos. El Consejo Nacional de Cooperativas de Panamá CONALCOOP y el Instituto Panameño Autónomo Cooperativo IPACOOP, conmemoraron el día con diferentes actividades desarrolladas en la provincia de Coclé. Se unieron desde el pasado viernes bajo el lema: “Cooperativismo, motor que impulsa el desarrollo de los pueblos”.