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Jesús invierte los valores fariseicos

Jesús invierte los valores fariseicos

El capítulo 14 del libro de Lucas aborda temas controversiales. Invitan a Jesús a un banquete en casa de un jefe fariseo y sabe que es vigilado por los doctores de la ley y fariseos, para hacerle caer, y con autoridad se enfrenta a ellos. Se le acerca un enfermo hidrópico (hinchado, retiene agua) y pregunta a todos ¿Es lícito curar en sábado?.
Este enfermo representa al pueblo hinchado por las opresoras enseñanzas de los fariseos y también el crecido orgullo y la hipocresía de los fariseos que se sentían “perfectos”. Pero, Jesús los desafía y al no responder a su pregunta, cura al hombre porque Él es el Señor de la vida y del sábado.
Observa Jesús que los invitados elegían puestos de honor, e inicia una lección ayer y hoy a todos y con un No a la competitividad social nos invita a ser humildes y esperar nos asignen el lugar que ocuparemos, así no pasaremos vergüenza, porque en el Reino de justicia quien ofrece los primeros lugares es Dios, que nos dice “Quien se engrandece será humillado y quien se humilla será engrandecido”
Los fariseos y hoy nosotros debemos invitar a quien no puede devolver la invitación, porque eso es amor y gratuidad y compromete a Dios a recompensar con la resurrección, pero invitar a quien puede retribuir la invitación es relación comercial o interés y no tiene valor ante Dios.
Con una parábola enseña que Dios, desde siempre, fue preparando el banquete del Reino y si no acudimos a su invitación, invitará a otros, su banquete es amplio y no excluye. En su Reino hay justicia suficiente para todos los marginados de todos los sistemas sociales del mundo.