Recibe a Jesús, en el rostro de un peregrino…

Recibe a Jesús, en el rostro de un peregrino…

Cuando en 2016 Sylwia Olczyk, de la ciudad de Wroclaw Polonia, se enteró de que llegarían miles de jóvenes para la Jornada Mundial de la Jueventud en este país, no dudó en comentarlo con su es-poso para animarlo a recibir peregrinos en su hogar.

Su parroquia, San Andrés Apóstol, estaba lista para la inscripción de familias de acogida, y ellos de inmediato supieron que darían la bienvenida en su hogar a varias personas para que participaran de esta actividad mundial.

“A mi esposo Darek y a mí nos gustan mucho los jóvenes; tenemos tres hijos Magda, Pedro y Juan, mi nuera Pamela y mi nieto Stasiu, y todos estábamos listos para compartir con nuestros invitados”, señala.

Agrega que estaban muy curiosos por conocer desde qué país llegarían los jóvenes; además se preguntaban si podrían comunicarse con ellos, con qué idioma, cuáles eran sus costumbres?

“Queríamos que ellos probaran nuestra cocina, que se sintieran bien con nosotros, en su hogar, que creciera una amistad”, destaca.

Y finalmente llegó el día… fue un momento hermoso para la familia polaca. Relatan que se encontraron frente a la iglesia con los peregrinos que llegaron desde Colombia, Ecuador y Panamá. Tres personas llegaron a su hogar ese día… el padre Lizardo, sacerdote de Ecuador; Santiago, guardián de grupo de Colombia; y José, un chi-co de 17 años de Panamá.

“Fue una semana maravillosa en nuestra familia; fue una gran fiesta. Al principio todos fueron muy tímidos. Hablamos un poco de español y un poco de inglés, porque el padre Lizardo no sabía inglés, y mi esposo y nuestros hijos no sabían español…. A veces faltaban palabras, pero entonces nuestros corazones hablaban”, señala Sylwia .

La experiencia fue enriquecedora. Día a día se fueron conociendo más… hasta rieron, bailaron, cantaron y oraron juntos; compartieron su fe y su amor a Dios. “Sin duda alguna, creamos una familia, tanto así que nuestros invitados me llamaban Mamá Sylwia”, recuerda con emoción.

Recibir peregrinos en nuestros hogares es algo único, y todos los panameños tenemos esa hermosa oportunidad siendo sedes de la JMJ 2019.

Hoy, Sylwia, su esposo y sus hijos, están seguros de que cuentan con una familia que los recibirá siempre con el mismo calor en Ecuador, Colombia, y en Panamá.

“Nosotros los recibimos con sonrisas, con mucha alegría, con el corazón y con gratitud; abrimos nuestro hogar y recibimos la bendición de tres nuevos hermanos en Cristo”, relata. Ser familia de acogida deja marcas, pues recuerdan muy bien cuando el primer día recibieron la llamada de la madre de José desde Panamá para agradecerle por recibir a su hijo… “Con emoción me dijo: gracias por abrir su casa y su corazón para mi hijo, gracias por aceptarlo en su familia”.

Entonces confirmaron que Jesús fue su invitado durante esos días, y que como familia, no habían hecho nada extraordinario; solo obedecieron las palabras de nuestro Señor y la cumplieron, porque “quien acepta a uno.

Nosotros no hicimos nada extraordinario. Solo obedecimos las palabras de nuestro Señor y la cumplimos. “Y quien reciba a un niño como éste en mi nombre, a mi me recibe”… (Mt,18,5)