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Una joya colonial en Veraguas

Una joya colonial en Veraguas

Es un pintoresco pueblo enclavado en el corazón de la campiña panameña, rodeado de naturales atractivos turísticos, ríos, sabanas, bellos paisajes, extraordinario clima, con una iglesia colonial llena de una policromía con una fina pintura del arte Barroco, altares tallados y conjugados con la alegórica riqueza propia de la región, imprimiendo así, la belleza y estética del mensaje evangélico a través de cada uno de los retablos y altar mayor que se encuentran en la nave.

San Francisco de la Montaña, se fundó en 1621, por Fray Pedro Gaspar Rodríguez y Valderas, según se desprende de una pequeña obra, editada por el Prof. Bolívar Palma, historiador, salvaguarda, alma y motor del rescate de esta joya arquitectónica estilo barroco en su mayoría, que convierte a este rico pueblo en un emporio del arte colonial, visitado por turistas nacionales y extranjeros.

La nave está integrada por, el Altar Mayor, adornado con cariátides ubicadas en los laterales, el retablo de Santo Cristo, Altar de la Purísima, Altar de las ánimas donde se observa una escena del Purgatorio, de fino realismo.

Este altar ostentaba un bello cuadro alusivo a la advocación, que desapareció cuando se ejecutaban los trabajos de reconstrucción de las paredes del techo en 1937. El cuadro se le atribuía al famoso pintor Murillo, según datos que aún se conservan en los libros parroquiales.

El retablo de San Antonio, retablo de San José, retablo de la Virgen del Carmen, Virgen del Rosario, y Santa Bárbara, el bautisterio, el Santo Sepulcro, el Púlpito, la Puerta de la Sacristía, candelabros y demás accesorios que integran esta preciosa joya para recibir a la feligresía de la región.

Algunas de las piezas que se encuentran en el templo,  está el Bautisterio colocada allí según la leyenda en 1727, y que reza así “Siendo cura propietario de esta Santa Iglesia de San Francisco, el Dr. Don Nicolás García Pinillos, examinador signodal de este obispado, se puso la pila bautismal, dos de agua bendita a su costa, año de 1727”.

Destaca el Profesor Bolívar Palma en su obra, que mediante la ley 29 del 28 de enero de 1937, se declara Monumento Histórico Nacional el Templo Parroquial de San Francisco de la Montaña. Este hecho es de gran trascendencia para la parroquia y el pueblo porque en adelante es el Estado el que debe velar por la conservación y mantenimiento del mismo. Cierto es que el Estado no le ha dado el cuidado que estos centros de cultura requieren, pero ya la comunidad ha tomado cartas en el asunto para hacer cumplir las leyes.

Los análisis comparativos entre las iglesias de Santiago, Natá, Parita, Alanje y San Francisco resultaron muy precisos y permitió conocer muchas similitudes, basados en datos de los libros parroquiales de bautizos, matrimonios y defunciones, donde se logró realizar un perfil de la procedencia de muchas familias de la comunidad.

Además, San Francisco de la Montaña, es un pueblo lleno de costumbres y tradiciones, donde la identidad del poblano lo identifica como un verdadero creyente en Dios, que práctica el Evangelio.

Debemos recalcar que en la parroquia de San Francisco de Asís se celebran sus fiestas patronales el 4 de octubre de cada año, así como a sus copratronos Virgen del Carmen y San Roque, y de singular celebración durante la Semana Santa donde se puede escuchar y ver a los niños tocando las matracas y cocalecas.

Felicidades a este noble pueblo en el mes de la patria.