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¿Y después de la JMJ, qué sigue?

¿Y después de la JMJ, qué sigue?

La Jornada Mundial de la Juventud definitivamente es un tema que despierta muchas pasiones, donde quiera que sea mencionada. Dentro de la Iglesia, podemos decir que son muchos, los jóvenes, principalmente jóvenes adultos (entre 20 y 35 años) que han regresado después de un período de estar alejados. Pero ¿por qué sucedió esto?

Todos tenemos claro que cuando nos referimos a grupos juveniles, principalmente pensamos en los chicos que acaban de salir de confirmación y necesitan un lugar en la parroquia para continuar su formación. Pero, ¿realmente estamos preocupándonos suficiente por este futuro de la Iglesia?.

He ahí uno de los resultados de la jornada para mi concepto. La necesidad que existe de crear espacios para jóvenes adultos.

Para nadie es un secreto que cuando los jóvenes cumplen la mayoría de edad, inician a trabajar o a estudiar, son muy pocos los que se quedan dentro de su parroquia, y si lo hacen, principalmente es porque son monaguillos, líderes de grupos juveniles o catequistas y he ahí, esa debilidad que tenemos con estos jóvenes adultos.

Yo, como tú que me lees, también soy una joven adulta y se me ha hecho muy difícil encontrar mi misión dentro de la Iglesia.

El punto es que, siempre escuchamos que no hay jóvenes comprometidos, que cuando cumplimos la mayoría de edad, nos olvidamos de la parroquia pero, seamos realistas ¿hay algún lugar dentro de la parroquia para nosotros?

La respuesta es sí, pero debemos buscarlo, o crearlo.

Un espacio en el que podamos servir sin olvidarnos que Dios quiere servirse en nosotros, y que aún sin ser tan jóvenes ni tan adultos, tenemos un lugar dentro de la Iglesia y que todos esos jóvenes que se han acercado a raíz de este gran evento, no se pierdan después de las emociones del mismo, sino más bien, sigamos trabajando juntos por las almas.