,

Una gala espiritual que enalteció la entrega y el servicio sacerdotal

Una gala espiritual que enalteció la entrega y el servicio sacerdotal

Tras cinco años sin realizarse presencialmente, la Cena de Pan y Vino volvió con fuerza y con un emotivo programa en apoyo al Seminario Mayor San José.  

 

Por Marianne Colmenárez

Desde el Gimnasio de la Universidad Católica Santa María la Antigua (USMA), se celebró con alegría la 54ª edición de la Cena de Pan y Vino, un evento que reúne a la Iglesia para apoyar la formación de los futuros sacerdotes panameños.  

Después de cinco años sin realizarse de forma presencial, la noche estuvo llena de momentos memorables, arte, fe y comunión eclesial. 

Mariaestelí dedicó su presentación al recordado padre Conrado Sanjur.

El evento inició con la presentación del Ballet Folclórico de la USMA, seguido por la conducción de la velada a cargo de los animadores Adaluz Sanjur, Diomedes Martínez y el seminarista Carlos Bárcenas.  

Las cantautoras panameñas Marisol Carrasco y Mariaestelí deleitaron al público con sus voces, llenando el ambiente de emoción. 

Uno de los momentos más conmovedores fue el testimonio, en video, de monseñor José Dimas Cedeño Delgado, arzobispo emérito de Panamá, quien celebró 50 años de ministerio episcopal. Desde Peña Blanca, compartió su experiencia como promotor incansable de vocaciones, testimonio de un pastor que, aún en su edad avanzada, sigue dando frutos. 

 

También se rindió homenaje póstumo a los padres Jean Thomas Rooney y Conrado Sanjur, recordados a través de un emotivo video que resaltó su legado pastoral. 

 

Uno de los actos centrales fue el musical “100 años como peregrinos de esperanza”, interpretado por los seminaristas con apoyo artístico del Desván de la USMA, bajo la dirección del profesor Félix Gómez. 

Familias de distintas parroquias se unieron para apoyar esta iniciativa.

La música también tuvo un momento especial con la agrupación “Consagrados”, conformada por los sacerdotes Justo Rivas, Ángel Alonso, Antonio Cajar y el seminarista Jesús Valencia, quienes interpretaron el tema “Incomparable”, compuesto por el padre Justo.  

El cierre estuvo a cargo del ministerio “8 y más para Cristo”. Los integrantes encendieron los corazones de los presentes con sus ritmos y mensaje evangelizador. 

Los medios católicos del país apoyaron en la cobertura y difusión de la actividad, que volvió a reunir a cientos de fieles en una noche de esperanza y vocación.