La Catedral Basílica Santa María La Antigua volvió a ser testigo de cómo la música, la oración y el arte pueden elevar el espíritu.
Por Marianne Colmenárez
El silencio inicial se rompió con aplausos, rostros iluminados y celulares en alto al ver a la Virgen elevada en la Catedral Basílica Santa María la Antigua. La Solemnidad de la Asunción inspiró la puesta en escena de un musical que unió arte y devoción en pleno corazón del Casco Antiguo.

El 15 de agosto, la celebración comenzó con la peregrinación de la Virgen Dormida, una imagen que recorrió las calles, desde la iglesia Nuestra Señora de la Merced hasta la Catedral. Los fieles la acompañaban con cantos y oración, creando un ambiente de profunda devoción. Al llegar al templo, se vivió un gran concierto en su honor que muchos describieron como inolvidable.
“Desde hace un par de meses veníamos gestando la idea de crear un espacio de oración y reflexión para la Solemnidad de la Asunción de la Virgen María en la Catedral. Trabajamos entonces en estas composiciones, cuya música adapté con el apoyo de Dagoberto García, organista del evento”, afirmó José Pepe Casís, productor general del musical.
Las letras utilizadas se inspiran en el Misterio de la Asunción, que se representa en Castellón de la Plana, en España.

Talento panameño
El musical reunió a reconocidas voces, como Luis Arteaga, Luis Rosman y Nicole Rodríguez, acompañados por el Coro Merced Panamá y la Coral de la Escuela Nuestra Señora de la Merced de El Chorrillo.

La puesta en escena también dio vida a personajes bíblicos. Nicole Rodríguez interpretó a María, Luis Rosman a Juan y Luis Arteaga a Pedro. Una de las simbologías más significativas fue la palma, herencia que María entregó al apóstol Juan, recordando la victoria de la fe y la misión que él debía asumir con serenidad.
Nicole confesó que la experiencia la marcó significativamente. “Soy del coro de la parroquia Nuestra Señora de la Merced, me considero neófita en cuanto a actuación, pero me centré en llevar el sentimiento que he tenido a través de estos largos años acompañando a la Virgen de la Merced. Para mí, ha sido un honor, me siento pequeñísima interpretando a nuestra Madre del cielo”, expresó emocionada.
Destacó que los ensayos fueron pocos, pero muy intensos. “En el primer intento de ser elevada me preguntaba qué pasaría si me caía. Sin embargo, disfruté la experiencia del canopy, todo valía la pena por representar a la Virgen”.
La producción contó con el apoyo de la actriz y cantante Janelle Davidson, quien compartió su gratitud por la experiencia.
“El musical fue mágico y especial poder haber compartido con mi amigo Pepe Casís, con quien hemos crecido en el mundo del teatro musical. También fue emocionante ver cómo artistas se unieron, tanto quienes trabajamos en el arte, como quienes lo hacen desde el ámbito religioso”, expresó.
Davidson destacó, además, lo que significó volver a la catedral. “Regresar a este lugar ha sido cerrar un círculo, porque estuve en los inicios de la remodelación. Los mercedarios confían en el talento panameño y se atreven a impulsar proyectos como este. Me siento feliz de ver a los fieles emocionarse en el momento de la Asunción; estoy más que agradecida”.
La jornada concluyó con gratitud colectiva por el esfuerzo de los Amigos de las Iglesias del Casco Antiguo, el Ministerio de Cultura y la Orden Mercedaria en Panamá.
