El Centro Misionero Nuestra Señora de Guadalupe fue creado para la atención pastoral de los hermanos indígenas en esta región del país.
Por Alex Rodríguez/Estudiante de Periodismo
El Centro Misionero Nuestra Señora de Guadalupe, ubicado en el Bale de Ñurüm, comarca Ngäbe Buglé, fue creado a partir de 1982 bajo la dirección de monseñor José Dimas Cedeño Delgado, quien fungía como obispo de la Diócesis de Santiago de Veraguas.
Plan de acción
Él incentivó el Plan Veraguas, que consistía en visitar comunidades, crear nuevas capillas y evangelizar. Debido a la falta de acceso a la educación y la importancia que las personas le daban a lo sagrado, las Hermanas Dominicas de la Presentación de María Santísima fundaron la primera capilla. El centro misionero respondió a las necesidades religiosas y de acceso a servicios básicos de las comunidades.
Lo que ofrecen
En la actualidad, más allá de la evangelización, las hermanas dominicas, Isabel Cristina Naranjo Aguirre, Flor María Sánchez y Virginia Loaiza, no solo se dedican a la misión de evangelizar, sino que también atienden a la población en diversas áreas. Un ejemplo clave es la hermana Flor, quien atiende a pacientes con problemas de salud de diferentes comunidades, las cuales son muy distantes. Hay hermanas que se dedican a la parte pastoral, mientras que otras atienden a las personas que asisten a este lugar por diferentes aspectos sociales, especialmente en busca de atención de primeros auxilios y alimentación para sus hijos pequeños y en edad escolar.
Museo de rocas
En este lugar se encuentra el Museo de Rocas y Minerales Nuestra Señora de Guadalupe, destacado por la colección de piedras.
El museo exhibe cuarzos, amatistas, druzas botrinales, geodas, jaspes rojos y muchas otras cosas. Parte de la iglesia está adornada con cuarzos, entre estos están el altar, el ambón y la pila bautismal. Además, en el museo reposa la imagen que le dio origen: Nuestra Señora de Guadalupe.
En el ámbito histórico, el museo conserva muchos artefactos de cocina utilizados en la antigüedad, así como también la reproducción de petroglifos oriundos de la comunidad de San José.
Piedras hermosas
En este recinto se conserva un zafiro, que es una piedra preciosa muy escasa. Su formación es aproximadamente de 1750 millones de años, a una profundidad de 800 km por debajo de la tierra y a una temperatura de 800 °C. Su color azul se debe a la combinación de varios elementos, pero especialmente a la presencia de la nefalina. Se encuentra cuando un volcán tiene acuíferos que interactúan con magmas y, luego, con un gas emitido desde el fondo de la Tierra, es elevado a la superficie.
