Se subrayó la urgencia de que los obispos asuman la responsabilidad de promover esta guía y su implementación efectiva.
Por Marianne Colmenárez
La presentación de la Carta Pastoral “Lo vio, se acercó y los cuidó” ante el Dicasterio del Servicio para el Desarrollo Humano Integral en Roma, reunió a obispos, sacerdotes, religiosas y agentes de pastoral de varios países.
El padre Gustavo Meneses, secretario ejecutivo de Movilidad Humana de la Conferencia Episcopal Costarricense y director ejecutivo del Observatorio Socio Pastoral de Movilidad Humana de Mesoamérica y el Caribe (OSMECA), fue el encargado de presentar el documento ante el equipo del Dicasterio, integrado por miembros presenciales y otros conectados virtualmente desde distintos países.
El documento, elaborado por los Obispos de Frontera y Responsables de Movilidad Humana de Norte, Centroamérica y El Caribe, ofrece una guía pastoral para acompañar, proteger e integrar a migrantes, refugiados, desplazados internos y sobrevivientes de trata.
Denuncia los riesgos y el dolor que enfrentan los migrantes, reafirmando el compromiso de la Iglesia de caminar junto a ellos.
Durante su exposición, el padre Meneses explicó que el proceso de trabajo, iniciado en 2023, permitió identificar el origen de los flujos migratorios, los múltiples factores de expulsión y el contexto político dominado por políticas de seguridad nacional que prevalecen sobre los derechos humanos, la desprotección sistemática y la criminalización de la migración.
Aportes desde las distintas regiones
El cardenal Fabio Baggio, subsecretario del Dicasterio, agradeció el trabajo de la Red CLAMOR Latinoamérica y el compromiso de las congregaciones religiosas, especialmente de las misioneras y misioneros scalabrinianos.
Reconoció que los testimonios recogidos en Guatemala, El Salvador, Panamá, Costa Rica y El Paso reflejan la voz viva de los migrantes y su sufrimiento diario; destacando que la carta física no es un punto final, sino un proceso que debe alimentar la cooperación dentro de la Iglesia y fortalecer el trabajo conjunto de las redes eclesiales.
El Cardenal advirtió, además, que la crisis climática agravará las condiciones de vida de los pobres, incrementando los flujos migratorios en los próximos años debido a los cambios atmosféricos, la falta de recursos y las inundaciones.
Monseñor Mark J. Seitz, obispo de El Paso y presidente del Comité sobre Migración de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos, subrayó la importancia de fortalecer los vínculos entre las iglesias locales para demostrar que la solidaridad internacional es posible.
Sobre las deportaciones
Durante su intervención, lamentó la situación en los Estados Unidos, marcada por un discurso racista, el desprecio a las normas políticas y el recorte de la financiación para programas humanitarios y de atención a los migrantes.
Advirtió que esas políticas están generando condiciones de pobreza e inestabilidad que provocarán nuevas olas de migración forzada, y afirmó que la Iglesia es la única institución que permanece junto a los más vulnerables.
Monseñor Daniel Blanco Méndez, obispo auxiliar de San José y presidente de la OSMECA, analizó el impacto de las políticas migratorias de Estados Unidos implementadas a partir de 2025. “La migración de sur a norte no desaparece, sino que se reconfigura, haciendo más frágiles a los desplazados y aumentando los flujos de norte a sur, especialmente de Venezuela y Nicaragua”, afirmó.
Urge la promoción de la Carta Pastoral
Kevin Appleby, investigador del Center for Migration Studies de Nueva York, consideró positivo que la Santa Sede apoyara la iniciativa y valoró el proceso como inclusivo.
Observó que el viaje al Tapón del Darién permitió un acercamiento más real a la realidad migrante y destacó que experiencias como esa deberían repetirse.
“La Carta Pastoral debe ser promovida con mayor fuerza a través del marketing y la comunicación, para que llegue al pueblo de Dios y motive una participación más activa”, advirtió.
Recomendó que los obispos estudien cómo estructurar y vertebrar este documento dentro de sus conferencias episcopales, recordando que se trata de una carta dirigida a los fieles y a toda la comunidad eclesial.
Con esta Carta Pastoral, los obispos de Norte, Centroamérica y El Caribe reafirman su compromiso con la defensa de los derechos de las personas migrantes, respondiendo al llamado del papa Francisco a acoger, proteger, promover e integrar a quienes buscan una vida digna.
