En Panamá tenemos obispos agustinos y agustinos recoletos. El cardenal José Luis Lacunza es agustino recoleto, mientras el arzobispo Ulloa es agustino.
Por Fray Miguel Ángel Ciaurriz OAR
Son pocas las personas que conocen la relación que existe, entre los religiosos agustinos, con los agustinos recoletos. La elección del cardenal Prevost como nuevo Pontífice de Roma tras el fallecimiento del Papa Francisco, ha suscitado algo de confusión y, desde luego, bastante curiosidad por saber si León XIV pertenece a los primeros o a los segundos.
Es agustino
El Papa León XIV, hasta el momento de ser electo Pontífice, era el cardenal Robert Francis Prevost Martínez, y es miembro de la Orden de San Agustín, popularmente llamados agustinos. Dentro de esta orden religiosa ha ocupado importantes cargos de suma responsabilidad, como Prior provincial en Estados Unidos, y por dos veces Prior General de los agustinos, con sede en Roma.
Como ya muchos conocen, el papa Francisco lo nombró obispo para pastorear tierras peruanas. Algo similar le ocurrió a san Agustín, que, deseoso de vivir en comunidad fraterna, tuvo que asumir el episcopado y dejar a un lado su anhelo de vivir con los amigos y hermanos.
El nuevo Papa es, pues, agustino, como agustinos son el arzobispo de Panamá, monseñor José Domingo Ulloa, y el obispo de la diócesis de Colón-Kuna Yala, monseñor Manuel Ochogavía.
Varias órdenes religiosas vivieron un movimiento renovador, y de allí surgieron los agustinos recoletos en 1588.
Orígenes de la congregación
Los agustinos nacieron jurídicamente en marzo de 1244, cuando el papa Inocencio IV unió a varios grupos de ermitaños como comunidad de frailes mendicantes. También los dominicos, franciscanos, carmelitas son órdenes mendicantes.
La Orden de San Agustín ha tenido, desde sus comienzos, al santo de Hipona como su padre, maestro y guía espiritual, no solo porque ha recibido la Regla y el nombre de la Orden de él, sino también porque ha sido depositaria de su doctrina, espiritualidad y carisma.
Surge la nueva comunidad religiosa
Del movimiento renovador que vivieron varias órdenes religiosas a finales del siglo XVI, surgieron los Agustinos Recoletos (1588). Al calor de ese aire renovador en las órdenes religiosas, un grupo de frailes agustinos optó por un estilo de vida de mayor radicalidad evangélica. Se les asignó uno de sus conventos, el de Talavera de la Reina, en la provincia española de León, para iniciar su experiencia.
Fray Luis de León redactó la Forma de Vivir, que contiene normas más estrictas para la comunidad. En 1604, los primeros misioneros partieron hacia Filipinas, expandiendo la orden a escala global. Finalmente, en 1912, la Iglesia reconoció oficialmente a los Agustinos Recoletos como una orden independiente.
Dos obispos eméritos, monseñor José Agustín Ganuza, que por décadas fue prelado en la provincia de Bocas del Toro, y el cardenal José Luis Lacunza, junto con el actual obispo de la misión de Bocas, monseñor Aníbal Saldaña, son también hermanos agustinos recoletos.
Agustinos y agustinos recoletos son, podríamos decir, como “primos hermanos”. Comparten la misma espiritualidad y carisma, y en sus acciones ministeriales y pastorales con las que sirven a la Iglesia, van por el mismo camino y son fraternos. Y empiezan a ser cada vez más insistentes las voces que dicen que si hoy la similitud entre unos y otros es tanta, ¿por qué no contemplar la posibilidad de reunificarse?