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El día del Señor, cada domingo es Pascua

El día del Señor, cada domingo es Pascua

Hay que honrar a Dios y gozar muchísimo la jornada dominical en familia, es un día para vivirlo en clave creyente y festiva.

 

Fray Miguel ángel Ciaurriz OAR

Todas las apariciones de Cristo Resucitado se dieron el día primero de la semana, por eso le decimos <<el día del Señor>>, (dominica die). Y, por tanto, para nosotros los seguidores del crucificado que venció a la muerte, es tan importante la celebración, reunirnos con la comunidad para la eucaristía, que él nos pidió lo hiciéramos en su memoria.

Por eso importa tanto participar en la Eucaristía con la comunidad y dar gracias a Dios por sus dones: la vida, la fe, la familia, el trabajo, la salud y alarguen el etcétera hasta donde ustedes quieran.

¡Qué duda cabe!, la mejor manera de honrar a Dios en su día es asistiendo en familia a la Eucaristía dominical, que es uno de los diez mandamientos que nos pone la Iglesia a los creyentes para ayudarnos a cumplir el tercero de ellos: “santificar las fiestas”.

Los judíos recordaban su Pascua con el sábado. Nosotros lo celebramos, como ya he señalado, el domingo porque es el día primero de la semana, el día en el que Señor resucitó. Es el día de la nueva y definitiva Pascua.

 

Es el día de nuestra salvación. Desde que Jesús resucitó el día primero de la semana, el sábado pertenece para nosotros a la Alianza primera. La Alianza nueva y definitiva la celebra la Iglesia el domingo, el día del Señor, cada domingo es Pascua.

 

No sé si alcanzamos a vivir la jornada dominical en clave creyente. Me parece que no. En confesión escucho con mucha frecuencia a gente pedir perdón por no asistir a misa el domingo.

Y pareciera que, quienes sí acostumbran a asistir, se conforman con dedicar a Dios esa hora semanal de la misa dominical y el resto del día nos lo regalamos a nosotros mismos para disfrutar del descanso. Un señor me decía que él lo primero que hacía el domingo es ir a misa para así “quitar el cuidado”. Otros lo hacen aprovechando la excusa de la tarde de sábado.

En realidad, podemos honrar a Dios y gozar muchísimo la jornada dominical. Podemos hacer en este día infinidad de actividades con las que, a la vez que gozamos del día y del descanso, honramos a Dios. Sería sólo cuestión de sentir su presencia en cada actividad que hacemos el domingo.

 

Aquí les dejo algunas propuestas y sugerencias para vivir la jornada dominical en clave creyente y festiva:

  1. Además de participar en la misa de tu parroquia, puedes, por ejemplo, dedicar unos minutos a orar en familia. Hay familias cristianas que durante la semana no coinciden todos juntos por razones laborales. Orar en familia en domingo sería estupendo. De ese modo Dios estará contigo y los tuyos.
  2. Aprovecha parte de tu tiempo libre para visitar enfermos y hacerte solidario con ellos, reconfortándolos en su quebranto.
  3. Visita a tus familiares y amigos y conversa con ellos de cosas positivas. Puede ser una buena ocasión para anunciar el Evangelio a tus hermanos.
  4. Visita la tumba de tus seres queridos en el cementerio y ora por ellos, dándole gracias a Dios por la vida eterna que les concede en el cielo y por la vida que tuvieron en este mundo y que tú compartiste por algún tiempo.
  5. Si sales de viaje, a la playa o de paseo, santifica esa diversión contemplando la naturaleza, que es obra de Dios, y bendice al Señor por su grandeza y la belleza de lo creado.
  6.  Con la práctica de algún deporte puedes agradecer a Dios la vida de tu cuerpo sano y puedes mantenerte en forma para rendirle culto en el trabajo de cada día.
  7. Si participas de alguna diversión, haz que sea sana y disfrútala a plenitud, dándole con ella gloria a Dios. Puede ser una buena ocasión para dar testimonio de tu fe ante los demás.
  8. Hoy domingo, día de la comunidad, puedes proponerte hacer alguna obra de caridad especial, misericordia, con algún hermano más necesitado que tú. Etc, etc, etc.