El comedor San José se convierte en refugio de solidaridad para aproximadamente 180 niños que reciben almuerzo y atención afectiva.
Por Marianne Colmenárez
Esta obra de misericordia, ubicada en la parroquia San José de Colón, es mucho más que un lugar donde se sirve un plato de comida. Atiende a diario a niños y adolescentes de entre cinco y dieciocho años, provenientes del centro de Colón y de Altos de Los Lagos.
En el comedor San José, de lunes a viernes, reciben el almuerzo que, en muchos casos, es el único alimento seguro del día.
“Es una sola comida, pero quizás es la única que reciban en el día. No conocemos a profundidad todas las necesidades de los hogares de los niños que acá vienen, pero sabemos que en la ciudad de Colón hay carencias”, aseguró el padre Orlando Chavarría, vicario de la parroquia y miembro de la Misión de San Vicente de Paúl.
Voluntarios y comunidad se unen para brindar alimento, apoyo escolar y cariño a niños colonenses.
Más allá del almuerzo, los voluntarios de la parroquia brindan tutorías para refuerzo escolar y talleres de manualidades.
El comedor funciona gracias a las donaciones de los feligreses, quienes llevan los víveres y alimentos. También cuentan con el apoyo de la Pastoral Social Cáritas, que coordina algunas entregas con el Banco de Alimentos Panamá.

“Siempre nos hace falta más proteínas y embutidos, son los más costosos”, destacó el sacerdote, quien hace un llamado a los donantes a contribuir de manera efectiva.
“Pedimos que, si van a hacer una donación, lo ideal es que el donante traiga un solo producto en cantidad. Una libra de arroz o una lata de tuna no alcanza para 180 niños. Es mejor una paca de arroz. Le llamo caridad exigida, pero es necesario aclararlo”, afirmó.
Los equipos de cocina están formados por voluntarios, como Katherine Inniss, quien desde abril del año pasado dedica sus miércoles, jueves y viernes a preparar los alimentos.
“Me gusta servirle al Señor, a la gente y, sobre todo, a los niños. Es muy lindo ver que un pequeño pueda ir alimentado a clases o que los del turno de la mañana pasen por acá al salir de la escuela y coman con tantas ganas. Los esperamos diariamente con alegría”, expresó.
La parroquia San José está próxima a cumplir cien años de servicio en la ciudad de Colón. Fue construida para atender a la población negra que no podía acceder a los templos ubicados en la zona controlada por estadounidenses. Hoy, sigue fiel a su misión de acoger, alimentar y acompañar a quienes más lo necesitan.
Si desean conocer su misión y colaborar, la parroquia está ubicada en la calle 10 y avenida Central, de la ciudad de Colón. Instagram: @parroquiasanjosec.

Sacerdote
“Desde hace tres años funciona el comedor, que abre de 11:00 a.m. a 1:30 p.m. Es un espacio sencillo, pero lleno de cariño y entrega”.

Voluntaria
“Con los alimentos que donan al comedor, tratamos de ser creativos para que tengan un plato variado y muy nutritivo”.
