Confirmaron su compromiso con la vida fraterna, la evangelización y el acompañamiento pastoral en la parroquia y la juventud de Llano Bonito.
Por Karla Díaz
En un ambiente de profunda fe y gratitud, las Hermanas Teresianas del Espíritu Santo renovaron sus votos religiosos durante una celebración presidida por el obispo Rafael Valdivieso. La ceremonia se realizó en ocasión del 19.º aniversario de la desaparición física del padre Segundo Familiar Cano, figura clave en el caminar espiritual de esta comunidad.
Las hermanas, conocidas por su dedicación silenciosa y constante, sostienen su misión desde la oración, aportando a la evangelización profética y catequética de la parroquia. Además, acompañan activamente al grupo juvenil de la comunidad de Llano Bonito, donde impulsan procesos de formación y crecimiento espiritual entre los jóvenes.
Su vida comunitaria se caracteriza por la fraternidad; comparten lo que tienen, lo que son, y viven con alegría la diversidad de carismas que enriquecen su vocación. Este estilo de vida responde al espíritu que les dio origen, pues la comunidad nació dentro de la Renovación Carismática.
Las Hermanas Teresianas del Espíritu Santo tienen como patrona a Santa Teresa de Jesús, a quien reconocen como maestra de oración, y a San Francisco de Asís, modelo de evangelización humilde y guiada por el Espíritu Santo. Bajo su inspiración, continúan anunciando el Evangelio con sencillez, entrega y un profundo amor a la Iglesia.
