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Historia Afroantillana, pilar insustituible de Panamá

Historia Afroantillana, pilar insustituible de Panamá

El Museo Afroantillano conmemora y recuerda los aportes realizados por miles de trabajadores provenientes de Jamaica, Barbados y otras islas del Caribe.

 

Por Karla Díaz 

En pleno corazón del corregimiento de Calidonia, en la Ciudad de Panamá, se levanta un edificio de madera que guarda entre sus paredes más de un siglo de historia y resistencia cultural: el Museo Afroantillano de Panamá (MAAP).

En el museo Afroantillano podrás admirar como vivían las familias afrodescendientes de aquellas épocas.

Fundado en 1980 por la destacada antropóloga panameña, la Dra. Reina Torres de Araúz, el museo ocupa la antigua capilla de la Misión Cristiana, un espacio cargado de memoria colectiva para la comunidad afrodescendiente del país.

Esta capilla, construida entre 1909 y 1910, fue originalmente un centro de reunión para protestantes barbadenses que llegaron a Panamá a inicios del siglo XX, muchos de ellos como parte de la gran migración de trabajadores antillanos contratados para la construcción del Canal de Panamá. 

 

El Museo ocupa lo que antes era la iglesia de la Misión Cristiana, construida en El Marañón, Calidonia, por trabajadores de Barbados en 1909.

 

Hoy, este mismo espacio, ahora museo, es administrado por el Ministerio de Cultura y cuenta con el respaldo de la Sociedad de Amigos del Museo Afroantillano de Panamá.

 

Historia y orgullo 

Jorge Arjona, director del Museo Afroantillano, destaca que en este sitio histórico hay piezas que demuestran el impacto de la etnia afro en Panamá, sus aportes, su trabajo y su modo de vida. 

Al preguntarle por las piezas y sobre cómo llegaron a este lugar, el director señala que fue una labor social de la misma gente que en aquellos años donaron piezas guardadas por sus abuelos y bisabuelos. 

 

“Cada una de las piezas que están aquí fueron realmente usadas por familias con descendencia afro; otras por parte del ferrocarril y otras más por el Canal de Panamá”, dijo.

 

El museo tiene forma de U, es un espacio pequeño, pero acogedor. Con el pasar de los años, se ha tratado de mantener la estructura tal cual como fue creada, pues muchos van a conocerlo por su diseño y estilo. 

En el recinto se exhibe, desde mobiliario, hasta piezas usadas para hacer los oficios, como el rayo de lavar.

La entrada es libre, la afluencia mensualmente es de 400 personas, aunque durante este mes de mayo se rompe récords de visitas, debido a  que llegan muchos colegios y escuelas para conocer y profundizar sobre la cultura afro.

“Para nosotros es una gran responsabilidad, pero sobre todo, un inmenso cariño y respeto poder recibir a la gente, inclusive descendientes de personas que vivieron en Panamá por aquellos años. Contar la historia que muchos no conocen y resaltar el valor de la negritud, es un placer para el equipo que aquí labora”, puntualizó Arjona.

Cada 18 de mayo, desde 1977, se celebra el Día Internacional de los Museos, jornada durante la cual se exhorta a que los museos tengan acceso gratuito.