Sobre la castidad, su madre dice que había chicas enamoradas de él: era joven, guapo, rico y con éxito. Pero era consciente de la “gran dignidad de cada ser humano y de que cada persona refleja la luz de Dios”. Decía que “el cuerpo es templo del Espíritu Santo”.
Por Elizabeth Muñoz de Lao
Carlo Acutis ha demostrado al mundo que llegar a la santidad no es algo lejano ni imposible para un joven. Él es un referente para la comunicación y la juventud, por eso, ya hay pastorales con su nombre y jóvenes que visitan su morada, colmados de fe.
Él era un muchacho italiano con todas las capacidades, con todos los recursos que el mundo cree que es necesario para triunfar, pero descubrió que hay algo mucho más importante: la vida eterna y agradar a Dios. Y lo hizo ver usando la tecnología para evangelizar, destacó el padre José Héctor González, párroco de la Catedral San Juan Bautista de Chitré.
Su amor a la Eucaristía lo convirtió en un ferviente defensor de la fe, y fiel creyente de que la santidad no pasa de moda, dijo.
El párroco conoció de Acutis a través de un colega colombiano y luego vio un documental de él. De ahí le surgió la idea de hablarles del joven a quienes trabajaban, precisamente, con los medios digitales.
“Les hablé de su testimonio y los animé a conocerlo y darlo a conocer. Cuando formamos el equipo de medios de comunicación social, quién más que Acutis para acompañar esta experiencia de fe en nuestra parroquia Catedral de Chitré”, explicó el sacerdote.
Así fue como se denominó con el nombre de Carlo Acutis a la Pastoral de Medios de Comunicación Social de la parroquia. “Y, sin duda, ha significado mucho, porque se convierte en ese modelo, en ese referente de un joven que vive y proclama que Jesucristo es una opción de vida, una opción que transforma y que hace la verdadera felicidad”, destacó.
“Lo vi como si fuera yo”
Los restos de Carlo están hoy en Asís, Italia, su “lugar favorito en el mundo”, como decía.
Daniella Samudio es una joven ilustradora panameña que visitó el lugar. En el 2023 fue a conocer, con su madre y un grupo de parroquianos, el museo de san Francisco de Asís, porque es el patrono de San Francisco de La Caleta, su parroquia.
Estando en Asís, fue al Santuario del Despojo. Ya le habían dicho que allí, lo importante, era que estaba Carlo Acutis. Como joven, sabía quién era y sentía la emoción del encuentro.
“Había muchos jóvenes allí y, a un lado, el cuerpo de un niño que parece estar dormido, vestido. Yo sentí muchas ganas de llorar, pero de felicidad y de curiosidad. Me preguntaba: ¿por qué Dos me trajo aquí y me dio la oportunidad de ver a un joven, como yo?, y me sentí demasiado identificada”, expresó Daniella.
“La fila pasaba rápido y yo solo lloraba. Ya nos íbamos, yo entré de nuevo y volví a hacer la fila. Quería verlo de nuevo para entender por qué estaba yo allí. Me identifiqué demasiado y me quedé en una banquita, sola, viéndolo. Lo que más me impactó fue que Carlo Acutis estaba vestido como yo. Tenía unas zapatillas modernas, un ´Jaquet´ como uno que yo uso. Ver a Carlo Acutis, que es de mi tiempo, que, probablemente, tenemos demasiadas cosas en común, que vimos las mismas cómicas de niños; era como que… yo también puedo ser como él”, relató emocionada.
Daniella se preguntaba: “¿será que yo también puedo llegar a la santidad? Y yo creo que eso es lo que me recordaron él y Jesús en ese momento, que, en verdad, la misión de todos los católicos es llegar a la santidad”.
