“Conecta Pares” unió a jóvenes de Panamá y Costa Rica en una experiencia donde escuchar fue el punto de partida para comunicar desde la Pastoral Digital.
Por Marianne Colmenárez
Sueño con jóvenes que cuenten historias de alegría, de compromiso, incluso de dolor, pero siempre desde la mirada del Reino”, expresó la hermana Diana Herrera al abrir el taller Escuela de Comunicación Digital: Conecta pares, realizado en el Obispado de la Diócesis de David.
Como facilitadora principal, esta religiosa dominica de Santa Catalina de Siena, motivó a los asistentes a comunicar con profundidad, sensibilidad y sentido pastoral.

“La chispa es querer compartir. La comunicación es común-unidad”, recalcó, destacando el poder transformador de una narrativa construida desde la esperanza y la justicia.
Durante tres días, del 25 al 27 de julio, cincuenta jóvenes comunicadores de distintas parroquias de Chiriquí, Colón, Panamá y Costa Rica participaron en dinámicas de escucha activa, reflexión pastoral, formación técnica y trabajo colaborativo.
“La comunicación no solo transmite información, también siembra justicia, reconciliación y unidad”, insistió la hermana Diana.
“Debemos tener acuerdos mínimos de evangelización, como la opción por los pobres, la escucha atenta y la transmisión de los valores del Reino”, señaló en una de sus intervenciones.
Aprendizajes
El sacerdote Eric Obaldía, misionero vicentino y coordinador del evento, afirmó que “este espacio reforzó el papel de los comunicadores digitales como puentes vivos que llevan la voz de la Iglesia a nuevos territorios”.

“Lo digital no es solo redes sociales, también implica análisis de audiencias, escucha del entorno, discernimiento y adaptación de contenidos a los lenguajes actuales”, agregó Obaldía.
Para Irving Ríos, participante y comunicador de David, “las métricas son importantes en nuestro servicio, pero el mensaje, que es Cristo y que compartimos con los demás, es esa semilla que queda aquí, independientemente de los likes que van dando sus frutos”.
La experiencia de Conect Pares dejó sembradas no solo habilidades técnicas, sino una convicción renovada de que comunicar desde el Evangelio es tejer redes de misericordia, contar historias de vida con sentido y construir comunidad en medio del ruido.
