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Unidos trabajando por una Pastoral Juvenil y Vocacional

Unidos trabajando por una Pastoral Juvenil y Vocacional

Cuántas veces los jóvenes van a las Horas Santas, Círculos de oración, a asambleas, retiros de conversión, ¿Cuántas vocaciones salen de ahí’? se lo han preguntado, ¿Cuántos han salido de sus grupos para el seminario? Piénsenlo, ¿Por qué nadie se enamora de Cristo? ¿Porque tenemos el corazón duro? ¿Qué nos pasa? Será porque todavía no están enamorados ¿Por qué la pastoral juvenil no se involucra en los problemas y necesidades de la Iglesia?
De acuerdo con, Monseñor Manuel Ochogavía Barahona, Obispo de Colón y Kuna Yala, la Pastoral Juvenil y la Pastoral Vocacional están casadas, ambas deben trabajar juntas, para que nuestra iglesia tenga aquellos sacerdotes y matrimonios que necesitamos.
La Pastoral Juvenil no puede ser otro cosa que un espacio para encontrarse con Cristo, no es un centro de actividades sociales y que entiendan que no es para sentarse a echar cuento e intercambiar fotos del celular o de internet, estan equivocados, recalcó Mons. Ochogavía, queremos jóvenes que crean en el evangelio, que sean consolación para tantas ovejas con dolor y tristeza que no tienen Pastor.
¿Por qué tanto miedo?¿dónde está tu libertad?, señala Mons. Ochogavía, te peleas con tus padres porque no te dejan salir con tus amigos y no eres capaz de pelearte con ellos porque quieres consagrarte a Dios para siempre.
Rompan sus inseguridades, indica Mons. Ochogavía, salgan de sus parroquias, de esas reuniones aburridas de Pastoral juvenil, vayan a la calle a evangelizar a aquellos que todavía no conocen a Cristo.
Ojala que el Señor pueda encontrar a aquellos jóvenes valientes que quieran consagrarse a Él para siempre, la Iglesia necesita de jóvenes diferentes que no tengan vergüenza, dijo Mons, Ochogavía, el Señor sigue mirando su iglesia con dolor, porque la ve en tantos hombres y mujeres sedientos de Dios, pero les falta quién les lleve esa palabra.
“Ustedes no saben lo que uno como Obispo y Sacerdote sufrimos cuando vemos tantas comunidades necesitadas de sacerdotes de alguien que les dé un alivio, una esperanza”.