5 razones para rezar la Coronilla

5 razones para  rezar la Coronilla

Redacción

Rezar la Coronilla de la Divina Misericordia por las intenciones personales, por la salud de un enfermo, por un moribundo o por lo que cada persona tenga en el corazón.

1. Jesús lo pide

Jesús se le apareció a la religiosa polaca Santa María Faustina Kowalska (1905-1938) y le pidió dar a conocer la misericordia divina a través de tres medios: 

a) La imagen con la inscripción “Jesús, en Ti confío”.

Dijo Jesús: “Prometo que el alma que venere esta imagen no perecerá”. (Diario de Santa Faustina #48).

b) La fiesta de la Divina Misericordia, el Segundo Domingo de la Misericordia (este año el 19 de abril).

Dijo Jesús: “Deseo que la Fiesta de la Misericordia sea refugio y amparo para todas las almas y, especialmente, para los pobres pecadores… El alma que se confiese y reciba la Santa Comunión obtendrá el perdón total de las culpas y de las penas.” (Ídem, #699).

2. Se obtienen gracias extraordinarias

Jesús dijo: “Oh, qué gracias más grandes concederé a las almas que recen esta Coronilla; las entrañas de Mi misericordia se enternecen por quienes rezan esta Coronilla” (Ídem #848).

Prometió: “Defenderé como Mi gloria a cada alma que rece esta Coronilla en la hora de la muerte, o cuando los demás la recen junto al agonizante, quienes obtendrán el mismo perdón” (Ídem #811).

3. El Papa Francisco lo recomienda

El Papa Francisco recordó el 23 de abril de 2017, que la Divina Misericordia «es la piedra angular en la vida de la fe y la forma concreta con la que damos visibilidad a la resurrección de Jesús”. También dijo que es un instrumento contra la violencia y el rencor.

En su Bula “Misericordie Vultus”, el Papa llama a Santa Faustina “grande apóstol de la misericordia” y pide su intercesión.

4. Es muy fácil rezar la Coronilla de la Misericordia

Jesús se la enseñó así a santa Faustina:

Se reza “con un Rosario común, del modo siguiente: Primero rezarás una vez el Padre nuestro, el Ave María y el Credo. Después, en las cuentas correspondientes al Padre nuestro, dirás las siguientes palabras: ‘Padre Eterno, Te ofrezco el Cuerpo y la Sangre, el Alma y la Divinidad de tu Amadísimo Hijo, nuestro Señor Jesucristo, como propiciación de nuestros pecados y los del mundo entero’. 

En las cuentas del Ave María, dirás las siguientes palabras: ‘Por Su dolorosa Pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero’. 

Para terminar, dirás tres veces estas palabras: ‘Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten misericordia de nosotros y del mundo entero’…” (Ídem #476).

5. Sólo toma cinco minutos

En un retiro con un grupo de seminaristas, Sosa Elízaga invitó a rezar en grupo la Coronilla a las 3:00 p.m. diciendo: “sólo toma cinco minutos”. Al terminar, uno comentó: “chequé con mi reloj, y efectivamente son cinco minutos”.