Mantengamos nuestra Iglesia en pie

Mantengamos nuestra Iglesia en pie

Ser un cristiano corresponsable significa muchas cosas, y tiene dimensiones insondables a veces. Puede significar el cuidado que debemos tener con los recursos humanos y materiales, y usarlos responsablemente en el día a día.

Ser corresponsable es dar de nuestro tiempo generoso para el bien del otro; ofrecer nuestros talentos a la evangelización, y dar de nuestro patrimonio para que nuestra parroquia y movimiento apostólico tenga todo lo que se necesita, para la tarea misionera.

Todo esto se aplica de una manera muy especial en estos tiempos que vivimos. Más que nunca, en nuestro país, las obras de misericordia, las parroquias, los comedores, talleres y movimientos necesitan de su pueblo, del hombro del hermano para seguir de pie ayudando, con las puertas abiertas, y el corazón lleno de Dios.

Es necesario que cada uno tenga muy presente la importancia de mantener a la Iglesia en pie, dadora siempre, dispuesta y entregada. Para que eso sea así, se requiere de todos nosotros. Que sintamos como propia la misión de seguir con las puertas abiertas.

Y es que la Iglesia no se limita a los oficios litúrgicos, sino que se volca al apoyo y ayuda de los más vulnerables. Por eso necesita de sus fieles para llevar adelante sus obras de caridad, y mitigar las necesidades básicas de muchas familias afectadas por la pandemia.

Apostemos por la salud y la vida de nuestros hermanos que reciben ayuda, a través de las obras sociales de la Iglesia Católica que peregrina en Panamá. Sintámonos comprometidos en permanecer en primera línea en esta dimensión solidaria del Evangelio, que acompaña de manera concreta a los que viven en situación difícil.  ¡Recuerda, la Iglesia eres tú!