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Afrodescendientes celebraron su Jubileo como “Peregrinos de la Esperanza”

Afrodescendientes celebraron su Jubileo como “Peregrinos de la Esperanza”

Celebración jubilar puso de relieve la fe, resistencia y aportes del pueblo afrodescendiente a la nación y la Iglesia.

 

Por Marianne Colmenárez

“Los afrodescendientes no son invitados, son parte esencial de esta patria”, afirmó en su homilía el sacerdote José Brutúa, asesor de la Pastoral Afroarquidiocesana, en la misa jubilar celebrada este domingo 25 de mayo en la Catedral Basílica Santa María la Antigua.

La Eucaristía fue presidida por el padre José Brutúa, y concelebrada por el padre Adrián Alonso.

 En el marco del mes de la afropanameñidad, el padre Brutúa hizo un llamado a construir un Panamá justo, sin exclusión y sin racismo, reconociendo el papel protagónico de esta población en el presente y futuro del país.

La celebración eucarística formó parte del jubileo, organizado por la Pastoral Afro Arquidiocesana de Panamá bajo el lema “El rostro Afro del pueblo peregrino, caminando juntos en la esperanza”.

Desde las 6:30 a.m., los fieles iniciaron una peregrinación desde la iglesia Nuestra Señora de la Merced, en el Casco Antiguo, hasta la Catedral, donde a las 8:00 a.m. se celebró la misa, transmitida por televisión nacional.

 

En su homilía, el padre Brutúa subrayó la riqueza espiritual, cultural y social del pueblo afrodescendiente, forjada a pesar de una historia marcada por la esclavitud y la discriminación.

 

“Nuestra Iglesia se compromete a acompañar al pueblo afrodescendiente en su lucha por la justicia e inclusión, pidiendo perdón por las indiferencias pasadas y reafirmando su misión pastoral”, expresó.

 

 

En esta celebración jubilar, los fieles pudieron obtener la indulgencia plenaria./Fotos: Omar Montenegro

 

Brutúa, también destacó avances importantes hacia la equidad, como la inclusión de la variable étnica afro en el sistema de salud, la propuesta legislativa para integrar la historia afrodescendiente en la currícula escolar, y el desarrollo de una política nacional que reconoce sus derechos.

 “Estos logros no pueden darse por sentado, estamos llamados a preservar, fortalecer y garantizar estos avances para que no se conviertan en promesas vacías”, advirtió.