Ricaurte “Pin” Antonio Ramos sirvió por años en la parroquia San Juan Bautista de Chitré.
Por Redacción
Como un testimonio de vida cristiana, entrega y servicio a la Iglesia, el Consejo Pastoral encabezado por Daría Cohen de la parroquia San Juan Bautista de Chitré y el padre Álvaro Sáez entregaron un reconocimiento al hermano y colaborador Ricaurte Antonio Ramos, conocido cariñosamente como “Pin”.
Es imposible olvidar a quien entregó años de su vida como sacristán del templo parroquial y custodio de cada detalle litúrgico en las celebraciones eucarísticas que se realizaban antaño en Chitré, siempre celoso del orden y el respeto dentro de su amada catedral.
El señor “Pin” es parte importante de la historia de la parroquia San Juan Bautista de Chitré por su invaluable aporte en el trabajo dedicado, silencioso y humilde que iba desde preparar las lecturas, los ornamentos del altar y todos los aspectos para hacer de cada celebración eclesial un verdadero encuentro con Dios desde el amor y la entrega.
Y fue justo después de una Eucaristía, cuando se le otorgó este reconocimiento a su labor, rodeado de los aplausos de gratitud de la feligresía que, durante mucho tiempo, ha compartido con él estas vivencias.
“La iglesia se respeta, es un lugar para orar y encontrarse con Dios; hay que aprender a hacer silencio”, son algunas de las enseñanzas que, generación tras generación, han escuchado de este siervo de Dios, que ha dejado huellas imborrables en el corazón de quienes han tenido la gracia de conocer y compartir con “Pin”, un sacristán entregado a esta vocación de servicio.
