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Un enviado desde Roma que recorre América Latina para escuchar y unir

Un enviado desde Roma que recorre América Latina para escuchar y unir

El sacerdote colombiano, miembro de la Pontificia Comisión para América Latina, visitó Panamá para escuchar a las comunidades, fomentar la comunión y compartir un mensaje de unidad en la fe.  

 

Por Karla Díaz

Monseñor Humberto González Franco, originario de la Arquidiócesis de Manizales, Colombia, vive desde hace 21 años en Roma, donde presta servicio en la Pontificia Comisión para América Latina. Su paso por Panamá fue parte de una gira pastoral que busca abrazar a la región, escuchar a las comunidades y fortalecer la comunión eclesial.

Junto al recodado Papa Francisco.

  

Aquí sostuvo una agenda que, aunque fue corta, estuvo llena de mucho significado. Participó en la gira de visita a los templos, compartió en la Semana de Liturgia y se reunió con el Comité Presbiteral, constituido por los sacerdotes que acompañan de cerca el trabajo pastoral y espiritual de la Arquidiócesis de Panamá, junto al arzobispo, monseñor José Domingo Ulloa Mendieta.   

“He llegado a este hermoso país, por segunda vez, para conocer la realidad de la gente. Estos viajes me permiten estar en el terreno, me permiten sentir, experimentar y ver cómo se camina en la Iglesia, en este caso, en la panameña”, afirmó.  

Al padre Humberto le llamó la atención el trabajo en comunidad que aquí se vive, por ejemplo, el papel de la mujer en el arzobispado, donde se nota un servicio muy cualificado.   

“Me parece interesante conocer todas estas realidades para luego poderlas compartir con otras comunidades; eso también es una gracia y una bendición porque, además, se generan lazos de comunión con toda América Latina”, destacó emocionado.  

 

Una Iglesia en salida  

Inspirado por el llamado del papa Francisco a una Iglesia de misión, en salida, el padre Humberto conoció de cerca la vida pastoral de la Arquidiócesis de Panamá. “Fue muy bonito orar con las distintas comunidades de fe, ya que esto enriquece y muestra que la Iglesia está viva, que ama y que acompaña”, dijo.  

Durante su visita, destacó la labor de los sacerdotes que coordinan las zonas pastorales junto a monseñor José Domingo Ulloa. “El trabajo debe hacerse en comunión, de forma coordinada y programada; aquí he visto procesos que dan fruto”. 

 

Huellas profundas y unidad 

Reunido con los sacerdotes panameños.

Para el sacerdote, uno de ellos fue la Jornada Mundial de la Juventud que dejó en Panamá un legado imborrable. “Muchas iglesias no cristianas abrieron sus puertas y se involucraron; esa es la riqueza, ir más allá de ideologías y vernos como hermanos e hijos de un mismo Padre”, acotó.  

En sus encuentros, también habló de pastoral vocacional y del impacto que han tenido los pontificados de Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco en América Latina.  “Francisco, y ahora el papa León XIV, son frutos maduros de la evangelización”, mencionó.  

Desde Panamá, continuará su recorrido por Costa Rica, El Salvador, Honduras y Guatemala, en Centroamérica. Su misión es clara: fortalecer la comunión de la Iglesia y mantener vivo su espíritu de servicio.  

“Cuando uno busca la comunión y la unidad, siempre tendrá motivaciones para seguir sirviendo”, puntualizó el sacerdote.