, , ,

“Si no nos duele el pobre, el nombre de cristianos nos queda muy grande"

“Si no nos duele el pobre, el nombre de cristianos nos queda muy grande"

Multitudinaria Cita Eucarística presidida por el obispo en Colón exaltó la riqueza cultural y la urgencia de justicia social como signos de verdadera fe.

 

Por Marianne Colmenárez

Cientos de fieles colmaron el Arena Teófilo “Panamá” All Brown el domingo 24 de agosto para participar en la Cita Eucarística de la diócesis de Colón – Kuna Yala, bajo el lema Eucaristía, la Iglesia que camina en Sinodalidad.

La misa fue presidida por Monseñor Manuel Ochogavía, obispo de la diócesis, quien aseguró en su homilía que pasar por la puerta estrecha significa construir una sociedad donde Cristo reine mediante justicia, respeto y cuidado de los más necesitados.

 

“Si somos católicos y no nos preocupa el destino del pobre, del que está en una realidad de sufrimiento y de dolor, el nombre de cristiano nos está quedando muy grande. Y somos entonces reflejo de lo que se está construyendo hoy, una sociedad descristianizada» expresó. 

 

La celebración estuvo impregnada de fe y cultura desde su inicio con el tradicional juego del diablo de los congos, expresión que recuerda cómo la cruz de Cristo vence al mal y lo expulsa de la vida de las comunidades.


Tambores y danza afro muestran que Cristo puede más.

Las lecturas se proclamaron en español e inglés, un campesino entonó el salmo y una familia de Kuna Yala presentó las ofrendas. Cada gesto subrayó la diversidad que caracteriza a esta diócesis.

Monseñor Ochogavía destacó que, “Colón es una zona de mucha diversidad, y esa diversidad nos les hace únicos y especiales. Hombres y mujeres de fe aman y se sienten Iglesia, eso es Colón”.

 

 

 

 

Fieles en profunda oración durante la Cita Eucarística.

 

La denuncia social también marcó la celebración.

 El obispo destacó que, “la paz en Panamá solo se alcanzará cuando haya justicia. Y si somos católicos y no nos preocupa el destino del pobre, el nombre de cristiano nos está quedando muy grande”.

«La fe no puede encerrarse en templos ni quedarse en devociones externas, sino que debe transformar la vida y comprometerse con quienes más sufren”. Afirmó que el país enfrenta un modelo económico que excluye y condena a muchos colonenses al desempleo o a trabajos indignos.

Entre dificultades, los fieles colonenses se aferran a Dios.

“¿Cuánta gente en Colón está sin trabajo? ¿Cuántos aceptan condiciones indignas porque el hambre obliga? El modelo económico actual no está funcionando,  porque sigue generando pobres excluidos”.

Monseñor Ochogavía recordó el compromiso histórico de la Iglesia en Panamá asegurando que la misión de la Iglesia no está subordinada a intereses políticos ni ideológicos. “La Iglesia no está para complacer a ninguno, está para ser fiel a Jesucristo. Y si nos calláramos, hasta las piedras gritarían”.

Finalmente, exhortó a todos a atravesar la “puerta estrecha” del Evangelio, que exige compromiso con los más débiles y la construcción de una sociedad donde “reine Cristo mediante la justicia y el respeto a la dignidad humana”.

Al culminar la Eucaristía, los fieles peregrinaron juntos con Jesús Sacramentado hasta la Catedral Inmaculada Concepción y adoraron al Santísimo Sacramento del altar, mostrando una Iglesia que camina unida en fe y esperanza.