La corona fue bendecida por el Nuncio Apostólico en Panamá, monseñor Dagoberto Campo Salas.
Por Herminia Rivera
Con gozo y mucha alegría en el marco de los 512 años de la Primera Diócesis en Tierra Firme y los 100 años de la Arquidiócesis de Panamá en medio de una solemne celebración eucarística en las ruinas de la antigua catedral en Panamá La Vieja, fue presentada y bendecida la corona que llevará nuestra, Patrona Santa María de la Antigua, el próximo martes 9 de septiembre, cuando sea coronada de manera Pontificia.

Durante la celebración oficiada por el Nuncio Apostólico en Panamá, monseñor Dagoberto Campos Salas, nos recordó durante su homilía que Jesús debe ser el centro de nuestras vidas, pero que tenemos el mejor ejemplo en la Virgen María quien acogió su misión sin titubear.
«Por eso acudimos a ella para que nos ayude a estar más cerca de Dios y que este sea el centro de nuestras vidas» expresó.
Añadió que seguir a Jesús requiere de una profunda reflexión que debe nacer desde nuestros corazones, no podemos construir nuestras vidas sino buscamos tener a Cristo como centro o base de nuestra existencia.

Dijo Campo Salas que debemos ser capaces de recibir y amar tanto a pobres y ricos sin distinción.
Rosa de Vega, una fiel devota de la Madre de Dios del sector de San Miguelito dijo que esta celebración la llena de alegría, ya que su familia pudo donar un collar de oro para la confección de esta hermosa corona para la Reina del Cielo.

En la presentación y bendición de la corona también estuvieron presentes el cardenal José Luis Lacunza, monseñor José Domingo Ulloa, arzobispo de la arquidiócesis de Panamá, monseñor Pedro Hernández, obispo del Vicariato Apostólico del Darién y el arzobispo de Sevilla, monseñor José Ángel Saiz Meneses y sacerdotes de la arquidiócesis de Panamá.
La corona fue entregada al comité de recaudación y comité del Casco Antiguo que serán los custodios de esta hermosa pieza, confeccionada con oro del pueblo para la Madre de Dios y que quedará en la historia de este pueblo para siempre.
También se entregó una Medalla de la Virgen de los Reyes patrona de la diócesis de Sevilla y una medalla de la Hermandad de la Antigua por parte del arzobispo de Sevilla, José Ángel Saiz Meneses, al arzobispo José Domingo Ulloa Mendieta, como signo de unión y fraternidad entre ambas regiones eclesial.
Por su parte el arzobispo metropolitano agradeció a todos los presentes y recordó que estar en las ruinas de Panamá La Vieja, en su silencio nos recuerdan que estas piedras han sobrevivido al tiempo y sus vicisitudes se han mantenido firmes con nuestra fe.
Añadió que la Iglesia en Panamá está llamada a ser referencia de unidad, de justicia, de opción preferencial por los pobres, y fidelidad al Evangelio en medio de los desafíos actuales.

Luego de la eucaristía los asistentes a esta celebración apreciaron un musical sobre la llegada del evangelio al istmo de Panamá, 100 años de Peregrinos de Esperanza a cargo de los seminaristas, estudiantes del grupo de teatro El Desván de la Universidad Santa María La Antigua y reconocidos artistas panameños, como Ingrid De Ycaza.
