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Asamblea Arquidiocesana de Pastoral 2025, con nuevos compromisos pastorales, tanto personales como comunitarios.  

Asamblea Arquidiocesana de Pastoral 2025, con nuevos compromisos pastorales, tanto personales como comunitarios.  

La Asamblea Pastoral reafirmó el compromiso de la Iglesia panameña de caminar unida, en oración y acción misionera, para la implementación del Plan Pastoral 2026 en su segunda etapa de realización.

 

Karla Díaz

Luego de tres días de intensas jornadas de trabajo, la Asamblea de Pastoral culminó con el establecimiento de nuevos compromisos pastorales para el año 2026, abordando la dimensión personal y comunitaria. Los ejes centrales  de acción serán el cultivo de la vida de oración y la proclamación del kerigma, integrados en un proceso de formación y misión permanente en todas las zonas y vicarías de  la arquidiócesis.

Jornadas de trabajo

Con un ambiente de fraternidad, reflexión y oración, la Arquidiócesis de Panamá celebró el pasado fin de semana la Asamblea Arquidiocesana de Pastoral 2025, que reunió a agentes de pastoral de todas las parroquias, zonas y vicarías. El encuentro buscó fortalecer la comunión y la sinodalidad en el camino pastoral de la Iglesia que peregrina en Panamá.

La segunda  etapa del Plan Pastoral Arquidiocesano tiene una duración de 10 años.

 

Monseñor Daniel Lorenzo Vargas, facilitador del Plan Pastoral Arquidiocesano, que ha guiado el discernimiento de este proceso desde hace tres años, destacó el clima de unidad vivido en la asamblea y el crecimiento que ha tenido el trabajo pastoral en las comunidades.

“Hay un ambiente muy hermoso de fraternidad, de búsqueda y de deseo de participación. Hemos avanzado en tener un lenguaje común y en caminar unidos. Sin duda, ha habido un crecimiento”, afirmó.

También subrayó la necesidad de reforzar las estructuras de acompañamiento y seguimiento a las comisiones pastorales, para que la acción evangelizadora llegue a cada vicaría y parroquia, especialmente ante el desafío de la Meta 2026, que invita a la acción directa en el anuncio de Jesucristo.

Compromiso y misión

Por su parte, el padre Efraín De León, vicario de pastoral de la Arquidiócesis, expresó que el pueblo de Dios ha ido comprendiendo y asumiendo cada vez mejor el Plan Pastoral.   “Pasamos de no entenderlo del todo en sus inicios, a entrar progresivamente en sintonía. Hoy, al cierre de esta primera etapa, la comunidad vive con alegría este proceso”, señaló. Además, animó a los fieles a fortalecer la oración como base del caminar pastoral: “Sin oración no hay misión. Si no se ora, el plan no tiene efectividad”, enfatizó.

El arzobispo metropolitano, monseñor José Domingo Ulloa Mendieta, recordó que en el 2026 se iniciará la segunda etapa del Plan Pastoral, coincidiendo con el Jubileo de los 100 años de la elevación de la Diócesis a Arquidiócesis.

“Durante estos años, hemos escuchado al Espíritu Santo y discernido juntos. El Jubileo será una oportunidad para renovar nuestra misión, profundizar en nuestra historia y anunciar con gozo el amor de Dios”, expresó el arzobispo, quien insistió en que todos los bautizados están llamados a ser protagonistas y testigos del Espíritu que guía a la Iglesia.

Los agentes de pastoral presentes coincidieron en que esta asamblea fue una experiencia de comunión y renovación. Para muchos, fue también una ocasión para reavivar el compromiso misionero y fortalecer la fe compartida.   “Nos sentimos parte viva de una Iglesia que escucha y camina unida”, expresaron algunos de los participantes, convencidos de que el Plan Pastoral seguirá dando frutos en las comunidades.