La canonización de los primeros santos venezolanos marca un día histórico de fe, esperanza y unidad para toda América Latina.
Por Marianne Colmenárez
El 19 de octubre quedará grabado en la historia de Venezuela y de la Iglesia universal como un día de profunda emoción y gratitud. En una ceremonia solemne celebrada en la plaza de San Pedro, el papa León XIV proclamó santos a la hermana María del Monte Carmelo Rendiles Martínez y al doctor José Gregorio Hernández, los primeros venezolanos en alcanzar los altares.

La multitud de 55.000 peregrinos, entre estos, miles de venezolanos que ondeaban las banderas tricolores entre cantos y oraciones.
La plaza San Pedro estalló en aplausos al escuchar los nombres de los nuevos santos durante la lectura de las biografías realizada por el cardenal Marcelo Semeraro, prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos.
El papa León XIV pronunció en latín la fórmula de canonización ante una multitud conmovida y durante su homilía recordó que “los bienes materiales, culturales, científicos y artísticos pierden sentido si no hay fe”.
Destacó que los nuevos santos “han mantenido encendida la lámpara de la fe”, siendo ellos mismos “lámparas capaces de difundir la luz de Cristo”.
El pontífice afirmó también que la santidad no consiste en ser héroes ni paladines de un ideal cualquiera, sino en ser “hombres y mujeres auténticos” que dejan a Dios actuar en su vida cotidiana.

El doctor José Gregorio Hernández, conocido como el Médico de los Pobres, vivió su fe en cada gesto de servicio, llevando alivio a los cuerpos y esperanza a las almas. Por su parte, la madre Carmen Rendiles, fundadora de la Congregación Siervas de Jesús, consagró su existencia a educar desde el amor y la sencillez, formando generaciones con una mirada de ternura y entrega.

Aunque miles de venezolanos viajaron hasta Roma, muchos más siguieron la ceremonia desde distintos rincones del mundo. En plazas, templos y hogares, la comunidad venezolana en la diáspora se unió en oración, agradeciendo este signo de esperanza en medio de las heridas de un país que aún busca sanar.
Junto a los dos santos venezolanos, fueron canonizados también Ignacio Choukrallah Maloyan, arzobispo católico armenio de Mardin; Peter To Rot, laico de Papúa Nueva Guinea; las religiosas italianas Vincenza María Poloni y María Troncatti; y el laico italiano Bartolo Longo.
Latinoamérica entera celebra hoy la santidad que nace del servicio y la entrega. En los rostros de José Gregorio Hernández y Carmen Rendiles resplandece la certeza de que la fe, vivida con humildad y amor, es capaz de transformar la historia.
