En la misa de acción de gracias por San José Gregorio Hernández y Santa Carmen Rendiles, la Catedral Basílica Santa María la Antigua se llenó por completo de fieles que vivieron profundamente su fe.
Por Marianne Colmenárez
“Venezuela tiene derecho a soñar, pero también a convertir ese sueño en realidad, con libertad, reconciliación y paz”. Con esta frase llena de fuerza el arzobispo de Panamá, monseñor José Domingo Ulloa Mendieta, conmovió a los fieles durante la misa celebrada hoy, en la Catedral Basílica Santa María la Antigua, en acción de gracias por la canonización de los primeros santos venezolanos.

El templo se desbordó de alegría y fe. Cientos de personas, en su mayoría venezolanas, colmaron cada espacio de la catedral para unirse a esta celebración transmitida en cadena nacional.
Monseñor Ulloa exhortó a seguir soñando con una Venezuela libre, donde todos puedan vivir en la dignidad de hijos de Dios.
“A ustedes se les puede robar muchas cosas en su pueblo, pero lo que nunca les podrán robar es vuestra esperanza” destacó.
Señaló que San José Gregorio, conocido como “el médico de los pobres”, integró ciencia y fe, recordándonos que atender al cuerpo y al alma forma una misma vocación de servicio; y de la Madre Carmen Elena, comentó que era una religiosa sencilla y fiel, que demostró en lo oculto la capacidad de ser semilla de fe y transformar la historia.
Expresó que la santidad de ambos debe ser una inspiración para no quedarse en la nostalgia, sino avanzar con fe hacia el reencuentro con la patria.
“Que ellos sean la fuerza que los invite no solo a soñar, sino a realizar la llegada pronto a vuestra tierra. Lo bueno está por llegar”, subrayó con emoción.
Concelebraron los presbíteros venezolanos Alfredo Uzcátegui y Diego Rizzo, junto al padre Luis Quintero, panameño que vivió durante treinta y cinco años en Venezuela.
El coro de Schoenstatt de la parroquia San Francisco de la Caleta, integrado por fieles de ambas nacionalidades, interpretó cantos que tocaron el alma, entre ellos el himno de San José Gregorio Hernández, el Alma Llanera y el Himno Nacional de Venezuela.


Voces que agradecen

Entre los asistentes destacó la familia Carrero Vicuña, llegada desde Santa Ana. José y Guzmary, junto a sus hijos Samuel de 18 años y Saúl de 9 años vistiendo un liqui liqui, participaron llevando la bandera nacional y la imagen del nuevo santo venezolano.
Conmovida hasta las lágrimas, Guzmary expresó que las palabras de monseñor Ulloa le llenaron de fuerza y agradecimiento hacia Panamá, tierra que los ha acogido con cariño.
También Manuel Camarán, oriundo de Valencia, manifestó su alegría por el mensaje del arzobispo.
“Sentí inclusión, amor y sensibilidad hacia lo que vivimos los venezolanos. Fue un mensaje que nos unió a todos”, comentó junto a su esposa Aida Lehmann, quien afirmó que los nuevos santos no solo pertenecen a Venezuela, sino a toda la Iglesia universal.


Monseñor Ulloa agradeció el testimonio de fe de la comunidad venezolana y aseguró que Panamá los acoge como hermanos, con una Iglesia que reza con ellos por la reconciliación y el renacer de su patria.
Como muestra de cariño y gratitud, la comunidad venezolana realizó un reconocimiento al arzobispo Ulloa por su labor pastoral, destacando su compromiso con la inclusión y el acompañamiento de los migrantes, promoviendo la solidaridad y el respeto hacia quienes buscan un nuevo hogar en Panamá.
La celebración concluyó con un ambiente de profunda fraternidad, cuando monseñor Ulloa exclamó con voz firme “¡Viva Venezuela libre, viva la dignidad de cada uno de ustedes, queridos hermanos!”.
