El XVI Encuentro de Pastoral Afroamericana y Caribeña concluyó en Luján, Argentina, con un fuerte llamado a la conversión pastoral y al reconocimiento pleno del pueblo afrodescendiente dentro de la Iglesia.
Por Redacción
Encomendados a la Virgen de Luján, Madre de los pobres y refugio de los pueblos, representantes afrodescendientes de 12 países de América Latina y el Caribe cerraron su XVI Encuentro de Pastoral (EPA 16), celebrado del 4 al 7 de noviembre en la Diócesis de Merlo-Moreno, con el respaldo del Celam y la Pontificia Comisión para América Latina.
Participantes
Más de 140 delegados reflexionaron en espíritu de sinodalidad sobre los desafíos que atraviesan sus comunidades: la persistente invisibilización, el racismo estructural y la migración. Denunciaron la exclusión que aún sufren dentro de la Iglesia, pero afirmaron que su herencia ancestral es signo de esperanza y de fe viva.
Inspirados por el papa Francisco, subrayaron que una verdadera Iglesia sinodal debe incluir plenamente a los afrodescendientes y llamaron a una conversión pastoral que haga de la comunión y la misión un camino compartido. Acogieron con entusiasmo la exhortación Dilexi Te, del papa León XIV, que recuerda que el amor a Dios se demuestra en la compasión hacia los pobres.

Compromisos
Como compromisos, acordaron visibilizar su aporte a la evangelización, promover la formación de líderes afrodescendientes y combatir el racismo en todos los niveles de la Iglesia y la sociedad. También impulsarán redes de comunicación y liderazgo juvenil para avanzar hacia una pastoral transformadora.
“El camino recién comienza” afirmaron, “guiados por el Espíritu que nos impulsa a pasar de la resistencia silenciosa a la incidencia profética, y de la marginación a la dignificación”.
Panamá presente
Durante el EPA 16, Eunice Meneses Araúz, secretaria ejecutiva de comunicación de la Conferencia Episcopal Panameña y coordinadora nacional de la Pastoral Afropanameña, compartió con ADN Celam una reflexión sobre el camino recorrido por la Red de Lideresas Afrodescendientes Católicas de las Américas (Red Lacam) y los nuevos horizontes de una Iglesia intercultural y sinodal.

Meneses afirmó que el proceso de la pastoral afrodescendiente en América Latina ha sido, como todos los movimientos de los pueblos afro, “una lucha de resistencia y perseverancia”. Tras más de dos décadas de camino, destacó que “hoy vemos los frutos después de 21 años”.
Eunice Meneses expresó un mensaje de esperanza y compromiso: “Estamos en un tiempo de gracia, un tiempo en que la Iglesia nos llama a caminar juntos. Aspiramos a espacios donde podamos hablar de nuestros temas y articular mejor los procesos, sin separarnos del camino de toda la Iglesia”.
“Trabajamos para que la población afrodescendiente sea visible en las estructuras eclesiales y en la sociedad. Y esto no lo podemos hacer solas, sino a través de redes eclesiales y sociales”, puntualizó.
