La experiencia de la JMJ se está viviendo desde ya en Panamá. En diferentes comunidades parroquiales se siente la alegría y el trabajo que están realizando sacerdotes y grupos juveniles encaminados en esta actividad que llega muy pronto.
Muchas familias ya han tomado como suya la decisión de ser familias de acogida, esos hogares que brindarán techo y calor humano a los miles de peregrinos que llegarán desde todas partes del mundo.
Sin embargo, más allá de ser familias de acogida, resaltamos que con quienes los peregrinos vivirán días de cercanía total, es con los jóvenes panameños. Será con ellos con quienes tendrán contacto directo, en un compartir mutuo.
Por eso, fuera de los hogares, es importante también demostrar que como país sede, abrimos nuestros brazos y nuestros corazones para recibirlos, es importante demostrar que somos jóvenes de acogida.
Víctor Chang, Secretario Ejecutivo del Comité Organizador Local de la JMJ Panamá 2019, señaló que aparte de lograr que los jóvenes se sientan en casa teniendo como suyo un espacio físico o una habitación, hay que tener con ellos una actitud de generosidad, demostrar que a través de ellos estamos acogiendo a Jesús. Es bonito que los jóvenes ayuden a abrir las casas, pero con generosidad, aportando cada uno desde su realidad.
“Podemos iniciar desde ya, aprendiendo otro idioma, que aunque no es algo necesario es importante; brindarles alimentos, porque no es lo mismo que se coman una galleta y un jugo a una tortilla o una carimañola”, dijo.
Agregó que es necesario que el joven panameño sea la contraparte, que sea testimonio para el otro, nos evangelicemos mutuamente.
Otro valor que destacó Chang es el del respeto, y resaltó su importancia porque en Panamá recibiremos la visita de jóvenes diferentes a nosotros, con otras culturas. El llamado está a no desmeritar a nadie, así sean de países humildes o países desarrollados, de las realidades que sean, debemos siempre mostrar admiración y respeto por ellos, valorarlos por lo que son.
“Vamos a recibir seres humanos, hijos de Dios que vienen de diferentes partes, pero en busca de un sentido de Iglesia y de pertenencia, eso que solo da Dios”, aseguró.
Por último, el representante del COL para la JMJ Panamá, insistió en la importancia de entregarnos por completo, que podamos vivir el valor del servicio para ponernos a disposición del otro, y para eso, destacó que no debemos esperar hasta el 2019, porque lo mínimo, lo poco, lo más pequeño podemos hacerlo desde ya.
“Motivemos a otros jóvenes a abrir su casa y su corazón a la JMJ, sabiendo que los que vienen no son turistas, sino peregrinos que compartirán con la iglesia panameña, siempre abierta y en donde hay espacio para todos, con generosidad, respeto y una actitud de servicio. ¿Estás preparándote ya para vivir la jornada?