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Amarse más y cuidar los pequeños detalles

Amarse más y cuidar  los pequeños detalles

En la vida de matrimonio, el hombre y la mujer, o ambos a la par, tienen diversas prioridades. Por ejemplo, tener buena salud, verse respetados, tener suficiencia económica, la felicidad de los hijos, el bienestar de la familia, los propios padres y hermanos, o tener buenas amistades. Quizás no crearse problemas ni uno mismo ni entre los dos, vivir muchos años bien conservado, etc.
Afirmamos que todas esas cosas son importantes y se deben cuidar. Pero ninguna de las aquí mencionadas debe tener la prioridad número uno. La que de veras debe ocupar el número uno entre todas las prioridades, tanto para cada esposo como para ambos, en la vida de pareja.
La prioridad número uno, ha de estar centrada en la relación de la pareja. Pocos matrimonios son conscientes de que esa debe ser la principal prioridad que cada uno y los dos deben cuidar y trabajarla.
Aun quienes ya lo saben, fácilmente pueden caer en estar dando más prioridad a cualquiera de las otras mencionadas, descuidando la relación de la pareja como la primera de todas. Para ponerlo en evidencia es la razón por la que, intencionadamente, no la puse al hacer la lista de prioridades posibles más comunes.
Todas las otras prioridades son comunes en los casados; tanto que no les resulta fácil decir cuál de ellas ocupa, en su vida y en el de la pareja, el primer lugar.
Pero al poner la relación de pareja como la primera prioridad, podemos ver que, de hecho, todas las otras no sólo son menos importantes, sino que hasta dejan de ser importantes cuando falta la principal: la buena relación de la pareja en su vivir cada día unidos en matrimonio.