La Iglesia propone una formación avalada por la USMA y anima a vivir un turismo humano, fraterno y responsable.
Por Marianne Colmenárez
Con una solemne eucaristía este domingo 28 en la Catedral Basílica Santa María la Antigua, la Iglesia panameña celebró el Jubileo del Turismo, congregando a agentes pastorales, representantes del sector, docentes y estudiantes universitarios.
Durante la jornada, Carmen Carrasquilla, coordinadora nacional de la Pastoral de Turismo, anunció la apertura de un diplomado en anfitriones turísticos avalado por la Universidad Santa María la Antigua. “Queremos capacitar a agentes parroquiales, tour operadores y a todas las personas interesadas en brindar un servicio auténtico de acogida en nuestros templos y comunidades”, explicó.

El programa se encuentra en fase de diseño curricular y su apertura está prevista para los primeros meses de 2026. La iniciativa cuenta con el visto bueno de Monseñor José Domingo Ulloa, arzobispo metropolitano y con el respaldo del rector, profesor Francisco Blanco.
«En los próximos días nos sentaremos a conversar con la chef Josefa “Fifita” Bichili Salazar, directora de la Escuela de Turismo e Innovación Gastronómica de la USMA, quien también estará involucrada en este proyecto educativo», dijo la profesora Carrasquilla.
Un equipo de docentes de la Pastoral de Turismo trabaja en el diseño curricular del nuevo diplomado.
Turismo con compromiso comunitario
La profesora Carrasquilla recordó que el turismo debe ser visto más allá del descanso. “Es también una oportunidad de encuentro humano y espiritual, de valorar nuestra casa común y de fortalecer el servicio comunitario”, expresó.
Añadió que la pastoral busca rescatar el valor patrimonial de las parroquias y promover la hospitalidad como signo de fraternidad y servicio.
Exigencias de la verdadera sostenibilidad

En su homilía, monseñor José Domingo Ulloa invitó a reflexionar sobre los desafíos que enfrenta el turismo. “No puede convertirse en objeto de especulación ni generar condiciones precarias para los trabajadores, especialmente para los jóvenes”, advirtió.
Agregó que, “la verdadera sostenibilidad exige proteger el ambiente, garantizar un salario justo y dignificar a quienes trabajan en este sector que tanto aporta a la nación”.
El arzobispo también destacó que las parroquias y santuarios son lugares de peregrinación y descanso espiritual, espacios donde la hospitalidad cristiana y el cuidado de la creación deben estar siempre presentes.
La mirada del sector
Según datos de la Autoridad de Turismo de Panamá, entre enero y junio de 2025 las llegadas internacionales crecieron 3,7 % respecto al mismo periodo del año anterior, mientras que el ingreso turístico alcanzó los 3,305.7 millones de dólares, con un aumento del 7,8 %.
Para Noris Brea de Soto, miembro de la junta directiva de la Cámara Nacional de Turismo y de la Asociación Panameña de Agencias de Viajes y Turismo, el compromiso de la Iglesia fortalece esta visión. “Nos alegra que la Santa Sede reconozca la importancia del turismo como generador de empleo. Miles de familias se benefician de esta actividad, y esperamos que el turismo sostenible impacte positivamente en las comunidades”, afirmó.
Camino de esperanza
Panamá se prepara también para unirse a la reflexión de la Iglesia universal en el IX Congreso Mundial de la Pastoral del Turismo, que tendrá lugar en Roma del 16 al 19 de octubre. Será un espacio de diálogo y discernimiento sobre el turismo como instrumento de evangelización y promoción humana.
