Durante los días festivos vemos tradiciones establecidas por cada familia. Algunas tradiciones se han mantenido por largo tiempo y otras han nacido con nuevas familias, sin embargo, todas ellas son parte importante de la vida familiar.
Cuando los adultos hacen memoria del pasado, ellos recuerdan actividades que les brindaban alegría y felicidad, tales como hornear galletas para Navidad, comer pizza los días viernes, la oración que ha pasado de generación en generación, todo esto representa las tradiciones familiares que se consideran un tesoro.
Las tradiciones son importantes para la familia, no necesariamente por lo que dicen o hacen, sino por el tipo de resultados que producen. Las tradiciones brindan a la familia un sentimiento de cercanía que crece con las experiencias compartidas.
Las familias sólidas y fuertes tienen tradiciones, porque reconocen que estas proporcionan un sentido de continuidad, entendimiento y acercamiento que une a todos sus miembros. Las tradiciones le dan a cada uno una razón para sentirse bien. En los niños pequeños esto es especialmente importante, porque los niños buscan un lugar que les permita pertenecer a la familia y a la sociedad.
Hay actividades que se podrían convertir en tradiciones, o piense en algunas que usted quiere hacer para alegrar futuras reuniones familiares.
Escuchar música, participar en conciertos, o participar en el coro de la iglesia; planear un viaje, salir de noche para ver las estrellas, ayudar a limpiar las aceras en su vecindario, o acampar; o ayudar a otras personas es una buena actividad familiar en los días festivos. Trabajar con grupos como los Scouts, hospitales, iglesias, recaudación de fondos o simplemente ser un buen vecino, son actividades muy significativas para el acercamiento de la familia.
