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Canta con el corazón y deja que Dios sea escuchado

Canta con el corazón y deja que Dios sea escuchado

La música litúrgica no es espectáculo, sino oración compartida y un completo servicio para guiar espiritualmente a toda la comunidad.

 

Por Marianne Colmenárez

¿Te has puesto a pensar cómo tu canto puede ayudar a otros a acercarse a Dios? 

En la Misa por el Jubileo de los Coros y de las Corales, celebrada el pasado domingo, el papa León XIV recordó que formar parte de un coro no es solo cantar bonito, sino acompañar a los hermanos, infundirles ánimo, consolar y celebrar juntos la fe. 

«Si ustedes rezan cantando, ayuden a todos a rezar», papa León XIV.

El Santo Padre insistió en que la música litúrgica es un servicio, no un espectáculo, y que cada nota debe hacer partícipe a toda la comunidad.

MaryCarmen Barría, cantautora católica, afirmó que el mensaje del Papa es muy atinado y respetuoso. Para ella no se trata de mostrar talento, sino de acompañar a las personas en la oración, reconociendo que la misión es ser instrumento y no protagonista.

Recordó que el Concilio Vaticano II enseñó que los coros deben servir a la liturgia en la Santa Eucaristía y ayudar a que todos vivan la misa con más plenitud.

 

 

Los jóvenes coristas tienen claro que cantar bien es solo el comienzo.

 

El también cantautor José Berastegui, que ha estado en coros desde los seis años, aseguró que servir requiere preparación. “Conocer la liturgia, formarse musicalmente y cuidar la vida espiritual es clave para que la música eleve cada momento de la misa”, expresó. 

Advirtió que el ego puede desviar la atención de lo importante y que solo con espiritualidad se puede discernir sobre la intensión, y podrán saber cómo, dónde y cuándo cantar para servir de verdad. 

El Papa León XIV inspira a los coristas a vivir su ministerio musical con humildad y entrega profunda.

La corista Karina Cedeño, del Ministerio de Artes de la Comunidad Católica Shalom, destacó que todo talento debe dirigir la mirada y el corazón hacia Dios. “Cuando el artista alaba a través de su arte, se quita el protagonismo personal y se abre espacio para que el pueblo conecte con la oración y la liturgia. La música debe ser puente entre Dios y la comunidad y no un escenario para lucirse”.

El joven Luis Raymundo, del coro de la Sagrada Familia en la Capilla San Óscar Arnulfo Romero, manifestó que cantar con humildad ayuda a que toda la comunidad ore con sencillez y unidad. “Cada voz contribuye a la oración de toda la Iglesia”, dijo.

“El Santo Padre nos regala una lección poderosa, nos recuerda que el servicio no es un simple “rol” dentro de la Iglesia, sino una responsabilidad profunda. Somos instrumentos del Señor, llamados a poner nuestros dones al servicio de los demás con humildad, entrega y coherencia”, expresó Varinia Sánchez, corista de la parroquia Santa María de Guadalupe, de Las Acacias.

El Jubileo de los Coros deja un mensaje poderoso: ¡menos espectáculo y más entrega es la verdadera melodía que honra a Dios!