Obispos panameños hacen un llamado urgente al diálogo, la sensatez y el amor por Panamá.
Por Redacción
Ante la compleja situación social que vive el país, marcada por protestas, cierres de calles y una creciente tensión entre diversos sectores, la Conferencia Episcopal Panameña (CEP) ha emitido un pronunciamiento en el que hace un llamado urgente a la sensatez, el diálogo y el amor genuino por la patria.
Durante las últimas semanas, miles de ciudadanos, entre ellos docentes, gremios sindicales, estudiantes universitarios y otros actores de la sociedad civil se han movilizado para expresar su rechazo a decisiones gubernamentales que consideran perjudiciales para el bienestar de la población.
Entre sus principales demandas figuran la derogación de la Ley 462 relacionada con la Caja de Seguro Social, mayor transparencia sobre el Memorándum de Entendimiento firmado con los Estados Unidos, y respuestas concretas ante problemáticas como la escasez de agua, el desempleo, la inseguridad y las deficiencias en el sistema educativo.
En este contexto, los obispos panameños, fieles a su misión pastoral, han manifestado:
“Como Iglesia que camina con su pueblo, no podemos ser indiferentes ante el dolor y la incertidumbre que hoy atraviesa nuestra nación.”
El pronunciamiento subraya que la Iglesia no busca asumir el rol de juez, sino ser un puente de encuentro, un eco del Evangelio, y una voz que promueva el bien común, en especial el de los más vulnerables.
La CEP exhorta a todos los sectores: autoridades, gremios, empresarios, juventudes, pueblos originarios, comunidades de fe y sociedad civil, a participar en un diálogo franco y constructivo, donde prevalezcan la escucha, la valentía para tomar decisiones estructurales, y la generosidad para anteponer el bien común a los intereses particulares.
“Panamá necesita manos tendidas, no puños cerrados… hombres y mujeres de buena voluntad que amen a su país más que a sus propios intereses.”
En el comunicado, los obispos retoman palabras del papa León XIII, quien, en otro contexto de crisis, señaló con esperanza que “los pueblos quieren la paz” e hizo un llamado a los responsables de las naciones a dialogar y negociar, recordando que los otros no son enemigos, sino personas con las que hablar.
Finalmente, los obispos invitan a las comunidades de fe a intensificar la oración por el país, confiando en la intercesión de Santa María la Antigua, madre del pueblo panameño, para que guíe al país por los caminos de la verdad, la justicia y la reconciliación.
Pronunciamiento de la Conferencia Episcopal Panameña: