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Conciencia solidaria para la ayuda de los campesinos del lago Alajuela

Conciencia solidaria para la ayuda  de los campesinos del lago Alajuela

Solidarizarse con los hermanos que viven en los alrededores del lago y apoyarlos en la colocación y venta de sus productos es el objetivo de la feria.

 

Por Karla Díaz 

Hace 37 años, un grupo de voluntarios bajo el liderazgo del padre Patricio Hansen y la Hermana Nieves Solas se pusieron manos a la obra para brindar apoyo a los campesinos que vivían en los alrededores del Lago Alajuela, de modo que éstos pudieran vender sus productos a las comunidades cercanas.

La realidad es que los campesinos no tenían las facilidades de cruzar el lago y llevar sus cosechas a puestos en el mercado, por lo que surgió la idea de realizar una feria que, con presentaciones culturales, buena música, mucho folclore y la belleza del medio ambiente atrajera a muchas personas para que adquirieran los productos de su tierra a buenos precios.

Así nace la Feria Campesina del Lago Alajuela, una iniciativa que tiene como finalidad abrir una ventana de oportunidades para la gente que vive del otro lado del lago, gente pobre con muchas necesidades que luchan día a día para proveerse de lo básico practicando la agricultura de subsistencia.

“Esta feria se ha convertido en una acción social de la conciencia solidaria de nuestra iglesia, específicamente de la Parroquia La Santa Cruz de Chilibre quienes unen esfuerzos cada año para organizarse y lograr que la actividad sea todo un éxito”, dijo la hermana Argelia Quero de la congregación de las Hermanas de Cristo Rey, quienes también hacen parte de esta actividad.

 

Son tantos años de trabajo que se ven reflejados en la responsabilidad y el compromiso de todos para que cada verano, en el mes de enero, sea mejor.

 

La parroquia La Santa Cruz se une en ayuda de la gente, siempre de manera sana y respetuosa. Tanto es así que cuentan además con la Unión de Campesinos del Lago Alajuela (UCLA), una asociación especial que permite que tengan su personería jurídica que les da credibilidad, y les permite el cumplimiento de objetivos.

 

Todos apoyan, todos son parte, trabajan sin cesar para obtener buenos resultados.

 

Un trabajo arduo

Judith Hernández es la Administradora de la Unión Campesina del Lago Alajuela, y señala su agrado por el gran equipo que se ha conformado con los años y que trabaja por medio de la parroquia La Santa Cruz para las comunidades del lago.

 “Es gratificante que ellos puedan vender sus productos aquí mismo, aunque para lograrlo se requiere de un trabajo arduo, con seis meses de anticipación”, dijo.

Lo primero que tienen que hacer, según la administradora, es mirar la producción agrícola que haya productos para la venta; ellos lo reportan y así se van armando las comisiones para realizar la feria.

“Hay que sacar permisos en el municipio, en el Ministerio de Ambiente, y se busca la manera de que ellos no tengan que incurrir en muchos gastos. Aquí hacemos vida la Palabra de Dios y ponemos a sus pies nuestro servicio para bien de nuestros hermanos y de la iglesia”, concluyó.

 

Productos naturales y trabajo en equipo

Grandes y chicos disfrutaron de todo lo que ofrecieron en la feria.

El olor a naranja recién exprimida nos llevó hasta el stand de los jugos naturales donde nos encontramos a Mariana Sánchez haciendo y sirviendo las chichas. Su trabajo voluntario lo hace con el corazón y no le pesa estar durante tres días sirviendo a Dios y a los hermanos campesinos.

“Esto es el resultado del trabajo comunitario eclesial de base que nos ha enseñado el  padre Patricio y  las hermanas Esclavas de Cristo Rey, ahora apoyados también del padre Román Altamiranda”, destaca.

Con emoción recuerda todo lo que el padre Patricio les enseñó, les educó y lo que le deja gracias a su dedicación, sus caminatas, su trabajo con los campesinos y con las comunidades del lago.

Con ella concuerda Elvalina Vásquez, miembro de la Unión de Campesinos del Lago Alajuela, quien reside en la comunidad de Mono Congo al otro lado del lago. “Recuerdo venir con mi mamá a la feria desde que tenía 5 años y siempre ha sido una experiencia bonita poder compartir y sentir el apoyo de tantas personas para que nosotros podamos vender nuestros productos”, dijo.

En general, y después de tres días la feria fue todo un éxito; instituciones gubernamentales, el equipo pastoral del lugar y muchos voluntarios lo hicieron posible. Los productos fueron entregados para la venta a tiempo lo que refleja un verdadero compromiso y esfuerzo por parte de todos.