Consejos para mejorar el pensamiento catastrófico

Consejos para mejorar el pensamiento catastrófico

Existen muchísimas personas que tienen incorporado en su forma de pensar una distorsión que no los deja vivir en paz y los llena de temor y ansiedad: El pensamiento catastrófico. 

Aquí unos cuantos consejos para poder sobreponerse:

El pensamiento catastrófico nos quita libertad. Todo representa una amenaza y un peligro inminente del que se cree incapaz de escapar. Si le duele la cabeza seguro es a causa de un tumor maligno y pronto morirá. La preocupación y el miedo a vivir son una constante. Se trata de pensar objetivamente y actuar aunque nuestros pensamientos nos digan lo contrario.

Mantener la calma. No querer controlar todo. El deseo más grande de un pensador catastrófico es tener control total sobre cada evento que la vida depara. Este pensamiento puede ser aprendido, y es alimentado por una falta de confianza y de fe.

Buscar evidencia real del peligro que creemos nos aqueja. Cada vez que los pensamientos catastróficos vengan a nuestra mente es necesario confrontarlos con la realidad. Por ejemplo: ¿Es real que existan flores venenosas en el parque y que tus hijos las coman? 

La ausencia de Dios en nuestra vida, el verdadero temor. Estar separado de Dios significa estar separado de la vida. Viviendo en una realidad deformada sin Dios. Sin Él, la persona siempre imagina lo peor.

Sobreponiéndonos al temor en el espíritu. Orar frecuentemente y pedirle a Dios que aumente la fe es una excelente práctica. 

Utilizar nuestro cuerpo para descansar la mente. Callar las voces en el interior, salir a caminar, a conversar con otras personas, pintar y cantar. Ocupar la vida en actividades diferentes y enseñar al cuerpo a caminar con seguridad, esa seguridad de estar en la presencia de Dios, quien sale a nuestro encuentro.