Muchas veces nosotros no valoramos todo lo que tenemos y el consumismo nos aparta de la mirada de todas las bendiciones que Jesús nos ha dado a lo largo de toda nuestra vida, y seguimos con el corazón ciego ante Él.
El mejor regalo que cualquier ser humano puede recibir es a Jesús que viene cargado de bendiciones para cada uno de nosotros. Pero, ¿Estamos realmente convencidos de esto? ¿Ayudamos a otras personas a que entre la luz en sus corazones?
Todos los días estamos preparando la casa, la cena, la ropa, juguetes para los niños y todo esto se vuelve un gran afán para todos. Es bueno decorar la casa, pero hoy te hago una pregunta: ¿Has preparado también tu corazón para recibir a aquel que quiere bendecirte?
Dios nos regala en este tiempo la esperanza, fe y alegría; que nos permite mirar todo lo bueno que hay alrededor de la vida viene del inmenso AMOR que es Dios.
Es por eso, que debemos preparar el corazón para que Jesús entre en la casa, la familia y en el corazón. Porque el mejor regalo que se puede recibir es la amistad con Dios, a través de los hermanos, el compartir la alegría de un niño, el ser los ojos de un abuelo. El preparar la mente, el alma y el corazón con un alma humilde, para poder ver todo lo hermoso que hay en la vida y que procede de Dios.
Si en este tiempo reservamos un lugar en nuestro corazón para que Jesús nazca, podremos ver con los ojos llenos de fe, todo lo bueno que Dios hace alrededor de nuestras vidas, cambiará el rumbo, seremos transformados y bendecidos con toda clase de bienes materiales y espirituales.
Que Jesús encuentre un lugar en nuestro corazón y su luz disipe todas las tinieblas de nuestra vida es el mayor regalo que cualquier ser humano puede recibir.