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Cursillos de Cristiandad es el Movimiento más completo que hay en la Iglesia para el Primer Anuncio

Cursillos de Cristiandad es el Movimiento más completo que hay en la Iglesia para el Primer Anuncio

El arzobispo de Sevilla, Monseñor José Ángel Saiz Meneses, recordó a los Cursillistas de Panamá que el movimiento se sostiene en un triple encuentro: con Cristo, con uno mismo y con los hermanos, e insistió en que el poscursillo es clave para mantener viva la fe y transformar los ambientes.

 

Por Karla Díaz

kdiaz@panoramacatolico.com

Durante su mensaje a los Cursillistas de Panamá, Monseñor José Ángel Saiz Meneses, arzobispo de Sevilla, animó a los miembros del movimiento a fortalecer el “trípode” que sostiene la vida cristiana,  el encuentro con Cristo, consigo mismo y con los hermanos en la Iglesia.

Atentos a las palabras de Monseñor Saiz.

El arzobispo compartió que su propia experiencia en los Cursillos de Cristiandad fue decisiva. “Yo hice mi cursillo a los 17 años en el seminario menor y para mí fue un impacto escuchar a los laicos hablar. Me preguntaba cómo hablaban, cómo lo vivían, cómo lo sentían”, recordó. Más tarde, ya en el seminario mayor, participaba de las Ultreyas junto a otros jóvenes, convencido de que ese espíritu debía permanecer vivo.

Al encuentro asistieron cursillistas de distintas parroquias.

Monseñor Saiz Meneses destacó que el Cursillo no es un momento aislado, sino un verdadero proceso de transformación: “El mejor ejemplo es San Pablo. Cuando Cristo se cruza con él, le cambia la vida por completo. Eso es un Cursillo,  un encuentro que cambia el corazón y abre una etapa nueva”.

El arzobispo subrayó la importancia de aplicar bien las tres fases del método: precursillo, cursillo y poscursillo. Advirtió que, aunque muchos experimentan una conversión intensa, “si luego no hay continuidad, esa vivencia se convierte en un suflé que sube y baja y volvemos a la andada”. Por ello, insistió en que el poscursillo es la fase más importante para sostener en el tiempo la fe y dar fruto en la comunidad.

Finalmente, invitó a los Cursillistas a seguir alimentando el trípode espiritual que caracteriza al movimiento y a fermentar sus ambientes con el testimonio de una vida transformada en Cristo.