“Descubramos en Jesucristo cómo nos ama Dios”, Monseñor José Domingo Ulloa

“Descubramos en Jesucristo cómo nos ama Dios”, Monseñor José Domingo Ulloa

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La homilía de hoy, el Arzobispo la inicia con una anécdota cuyos protagonistas son personas de la calle que dicen que lo único que tienen y nadie podrá quitarles es la sonrisa, aún en medio de la precariedad en la que viven.

Y la lectura de los Hechos de los Apóstoles de hoy, nos pone en una situación similar, señala Monseñor José Domingo Ulloa, y cuenta que “los primeros cristianos son encarcelados, pero una fuerza superior abrió las puertas que le impedían salir, y les permitió evangelizar en libertad: tenían que predicar su modo de vida. Y lo expresaban con alegría”.

Es por eso, Monseñor aconseja que no podemos dejarnos vencer, que ciertamente nos ha azotado una grave pandemia, que se está llevando a muchos de nuestros seres queridos, y por si fuera poco está generando una gran crisis económica, pero hemos de poner esta situación en la mano de Cristo resucitado.

Pero fue claro que, con la misma alegría de los discípulos en la plena confianza en Dios, el Dios y dueño de la vida. Para que el mundo se salve por Él.

Y con la certeza de pastor de esta grey, recordó lo que reafirma la lectura de hoy: “tanto amó Dios al mundo que entregó su Hijo único… para que el mundo se salve por él”.

“Jesucristo es la expresión de amor más cercana que podemos recibir de Dios. Sólo se requiere fe, aceptación de su persona y su palabra, para acoger toda luz que proviene de Él”, expresó.

El Arzobispo de Panamá trajo a colación un pensamiento que ronda a muchas cabezas de que esta pandemia global que estamos padeciendo sea un castigo de Dios, y señala que este tipo de pensamiento surge por una conciencia intranquila y temerosa. 

“Con este tipo de pensamiento, sólo se expresa una imagen negativa de lo que Dios es”, manifestó, y seguidamente animó a levantar la mirada más allá de nuestros miedos, y abrir nuestra comprensión de una imagen nueva, y sostenible en el tiempo, de un Dios lleno de amor para con nosotros.

Se refirió a las palabras del papa Francisco hoy: “Dios nos ha amado con locura: Ha enviado a su hijo, se ha entregado hasta la muerte de Cruz por amor. Dios amó tanto al mundo hasta dar a su hijo”. 

Monseñor Ulloa se refirió dijo a esos cristianos que pasan el tiempo mirando el Crucifijo y allí lo encuentran todo, porque han comprendido y el Espíritu Santo les ha hecho entender que allí está toda la ciencia, todo el amor de Dios, toda la sabiduría cristiana.

Al final de su homilía exhortó a orar por los que viven el desamor, por aquellos que no comprenden la vida desde la alegría y la confianza en Dios, para que descubran en Jesucristo cómo nos ama Dios.

A continuación, el texto completo de la Homilía de Monseñor Ulloa desde la capilla de su casa.

 

Homilía Miércoles segunda de Pascua

Mons. José Domingo Ulloa M.

 

Hermanos y hermanas:

En medio de lo que estamos viviendo, me cuentan una anécdota maravillosa, se acerca uno de los muchachos que atiende a las personas de la calle y le pregunta sorprendido: ¿Cómo ustedes son capaces de reír a pesar de la precariedad que están viviendo?

La respuesta fue simple y convincente: En medio de la situación que vivimos sólo tenemos la sonrisa, algo que nadie podrá quitarnos. Aquella gente, sentía que el sonreír era algo propio de su naturaleza, algo que le daba fuerza para vivir y caminar cada día.

La lectura de los Hechos de hoy nos pone en una situación similar. Los primeros cristianos son encarcelados, pero una fuerza superior abrió las puertas que le impedían salir, y les permitió evangelizar en libertad: tenían que predicar su modo de vida. Y lo expresaban con alegría.

No podemos dejarnos vencer. Hemos vivido períodos de opulencia, hoy nos ha azotado una grave pandemia, que se está llevando a muchos de nuestros seres queridos, y por si fuera poco está generando una gran crisis económica.

Incluso, las noticias en algunos países han hablado de una selección de enfermos en caso de colapso de las urgencias. ¿“La selección de los más fuertes” (Darwin)? Algo que me causa tristeza. El sistema decide quién debe morir y quién vivir. Me pregunto bajo qué criterios, y no llego a comprenderlo.

En la Segunda Semana de Pascua, no hemos de olvidarlo. Si larga fue la cuaresma, más acento de alegría hemos de poner para vivir esta situación de la mano de Cristo resucitado. Con la alegría de los discípulos del resucitado. Predicando nuestro modo de vida: la plena confianza en Dios, el Dios y dueño de la vida. Para que el mundo se salve por Él.

“Tanto amó Dios al mundo que entregó su Hijo único… para que el mundo se salve por él”.

Por eso Jesucristo, es la expresión de amor más cercana que podemos recibir de Dios. Sólo se requiere fe, aceptación de su persona y su palabra, para acoger toda luz que proviene de Él.

Quizás, alguien piense que esta pandemia global que estamos padeciendo sea un castigo de Dios. Este tipo de pensamiento surge por una conciencia intranquila y temerosa. Con este tipo de pensamiento, sólo se expresa una imagen negativa de lo que Dios es. Hemos de levantar la mirada más allá de nuestros miedos, y abrir nuestra comprensión de una imagen nueva, y sostenible en el tiempo, de un Dios lleno de amor para con nosotros.

Lo expresó con su Hijo, Jesucristo, invocando el perdón amante en la cruz. Una entrega total, que nos permite mirar a Dios de otra manera. Escuchando nuestros gritos mientras vivimos en la opresión, liberándonos de cualquier esclavitud. Reconciliando nuestra vida con su vida. Invitándonos a participar de la vida divina. Sólo nuestra libertad dará luz verde para que tal acontecimiento suceda.

“Tanto amó Dios al mundo…” es una frase que nos ha de hacer pensar en la bondad de Dios. Él es toda bondad, y quiere manifestarse en nosotros trayéndola a nuestra existencia. Dios no quiere que suframos, Él en su bondad, se solidariza en nuestra vida, viviendo y padeciendo nuestros sufrimientos, para que sintamos cómo nos sostiene, y alcancemos la alegría en el dolor.

El Papa Francisco hoy recordó que “Dios nos ama, y nos ama con locura. El amor de Dios parece una locura. ‘Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo unigénito’. Dio a su hijo, entregó a su hijo y lo envió para morir en la Cruz”. Por eso, “cada vez que miramos al crucifijo, encontramos este amor. El crucifijo es, precisamente, el gran libro del amor de Dios. No es un objeto de colocar aquí, colocar allá, más antiguo, más moderno… Es precisamente la expresión del amor de Dios”.

Subrayó “Dios nos ha amado así: Ha enviado a su hijo, se ha entregado hasta la muerte de Cruz por amor. Dios amó tanto al mundo hasta dar a su hijo”.

“Cuántos cristianos pasan el tiempo mirando el crucifijo y allí lo encuentran todo. Porque han comprendido, el Espíritu Santo les ha hecho entender que allí está toda la ciencia, todo el amor de Dios, toda la sabiduría cristiana”.

La Cruz de Cristo, es Cristo crucificado, que es escándalo y locura, pero que es el camino”.

 

Luz frente a tinieblas

El Papa Francisco también se refirió al versículo que dice que “la luz vino al mundo, pero los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malvadas”.

“Muchos escándalos humanos, tanta corrupción se deben” a que hay personas que, cegadas por el pecado, prefieren las tinieblas a la luz, sólo pueden vivir en tinieblas, como murciélagos, porque la luz los ciega. Se han acostumbrado a vivir en la oscuridad y ya no pueden vivir en la luz.

“Los corruptos no saben qué es la luz, no la conocen. También nosotros cuando estamos en estado de pecado, alejados del Señor, estamos ciegos. Nos sentimos mejor en las tinieblas y nos movemos sin ver, como los ciegos, moviéndonos cómo podamos”.

Permitamos “que el amor de Dios que envió Jesús para salvarnos, entre en nosotros. Y la luz que trae Jesús, la luz del Espíritu, entre en nosotros y nos ayude a ver las cosas con la luz de Dios, con la luz verdadera, y no con las tinieblas que nos da el señor de las tinieblas”.

Hay muchos cristianos que no han descubierto la confianza y el amor de Dios.

Oremos por los que viven el desamor, por aquellos que no comprenden la vida desde la alegría y la confianza en Dios. Para que descubran en Jesucristo cómo nos ama Dios.

  PANAMÁ, acatemos las normas que nuestras autoridades han implementado. Por ti, por los tuyos, por Panamá -Quédate en casa.

 

† JOSÉ DOMINGO ULLOA MENDIETA, O.S.A.

ARZOBISPO METROPOLITANO DE PANAMÁ