En el ámbito mundial, los sacerdotes y las monjas católicos disminuyen numéricamente, pero no en África ni Asia, donde el número de bautizados aumenta.
Por Miguel Ángel Ciaurriz, OAR
En días pasados, celebramos en la Iglesia la Jornada Mundial de Oración en apoyo a los misioneros que en los más recónditos lugares del mundo, y en condiciones muchas veces de gran hostilidad, anuncian la Buena Nueva de Jesús para que más personas lo conozcan, se entusiasmen con Él y decidan seguirle.
Cada año, en este día, la Agencia Fides (de la Santa Sede) publica sus estadísticas que dan cuenta de cómo se mueve el número de católicos por el mundo y el número de vocaciones para el futuro de la evangelización.
Número de católicos
Lo que dice en su último informe es que se está dando un significativo aumento del número de católicos en el mundo, pero no aumentan de manera exponencial las vocaciones.
El crecimiento de los católicos se da en los cinco continentes, incluso Europa, pero el número de sacerdotes y monjas está disminuyendo a escala mundial.
Los datos de Fides no permiten ser precisamente optimistas de cara al futuro. El “Anuario Estadístico de la Iglesia”, publicado en 2025, dice que hay más católicos que en el pasado año, 2024.
De una población mundial de 7.900 millones de personas, el número de católicos asciende a 1.400 millones, lo que supone un aumento general de 15.881.000, en comparación con el año anterior.
Se estaría así revirtiendo la tendencia sobre el número de fieles registrada en una encuesta anterior, que mostraba una disminución del número de católicos en Europa.
Crecimiento de fieles
En otras zonas, la cosa pinta distinta. El crecimiento de católicos es evidente en África (+8,3 millones) y América (+5,6 millones), seguidas de Asia (+954.000), Europa (+740.000) y Oceanía (+210.000). Esto hace que el porcentaje de católicos en la población mundial (17,8%) sea ligeramente superior al del año anterior (+0,1%), una cifra que confirma, en gran medida, las estadísticas del año pasado.

Los sacerdotes y las monjas disminuyen numéricamente, pero no en África ni Asia. Y mientras el número de bautizados aumenta, el número total de sacerdotes en el mundo está disminuyendo: 407.000 en total, una cifra que incluye un drástico descenso en Europa (-2.500), seguida de América (-800) y Oceanía (-44).
Se observa un aumento significativo de sacerdotes en África (+1.451) y Asia (+1.145), los dos continentes que siguen siendo la reserva privilegiada de vocaciones sacerdotales para la misión de la Iglesia.
Los religiosos y las religiosas también descienden numéricamente: los primeros alcanzan un total de 48.000, perdiendo más de 600; las religiosas son 589.000, una disminución significativa. Fides destaca la labor de los misioneros laicos, que suman más de 440.000 en todo el mundo, y de los catequistas (un total de 2,8 millones a escala mundial): personas que, especialmente en “tierras de misión” o en el contexto de las iglesias jóvenes, son auténticos pilares de la pastoral y la evangelización.

Aporte educativo
Hay que destacar la acción misionera en el campo de la educación. La Iglesia católica apoya más de 74.000 centros preescolares en todo el mundo, a los que asisten 7,6 millones de niños, y 102.000 escuelas primarias para 36 millones de estudiantes.
Hay más de 20,7 millones de estudiantes en 52.000 escuelas secundarias y preparatorias, mientras que otros 7 millones de adolescentes y jóvenes asisten a instituciones de educación superior, colegios y universidades.
Misioneros de Esperanza
En línea con lo que dice el papa León XIV en su reciente Exhortación Apostólica “Dilexi te”, la opción por los pobres se vive en los hospitales y centros de asistencia social, asociados a la Iglesia católica, que suman un total de 104.000 en los cinco continentes: más de 5.000 hospitales y aproximadamente 145.000 dispensarios, junto con 504 leproserías.
De esta manera, la Iglesia contribuye a la atención de los enfermos, los pobres y los que sufren, priorizando, a menudo, a los más vulnerables y a quienes no pueden costear tratamientos costosos. Existen más de 15.000 residencias para ancianos, enfermos crónicos y discapacitados; 11.000 guarderías y otras 50.000 instalaciones repartidas por todo el mundo.
