En el hogar, la rutina ha cambiado dada la cuarentena obligatoria, pero hay padres que se las han ingeniado para tener un ambiente de armonía y tranquilidad en la familia, y se han valido de la creatividad.
Yoel E. González Núñez
Muchas son las experiencias que, durante esta pandemia, han permitido a cientos de familias a crear, emprender, compartir y diseñar un estilo de vida juntos; donde la paciencia, la creatividad y el enfoque concreto de tener días distintos, pero sobre todo especiales, que permitan esa unidad y armonía, a pesar de los tiempos difíciles que viven, esta es la clave para el éxito de todos.
Es importante ayudar a los hijos a sentirse seguros, mantener rutinas saludables, controlar sus emociones y comportamiento, además de fomentar resiliencia. Y así lo han entendido la familia Paredes y Perea.
Consejos:
Responda las preguntas sobre la pandemia de manera simple y honesta. Hable con los niños sobre cualquier noticia que los atemorice.
Valide los sentimientos de su hijo. Por ejemplo: “Veo que estás molesto porque en este momento no puedes quedarte en casa con tus amigos».
Manténgase en contacto con sus seres queridos. Los niños se preocupan por sus abuelos que vivan solo o un familiar por contagio del COVID-19.
Dé el ejemplo de cómo manejar los sentimientos. Hable sobre cómo está manejando usted sus propios sentimientos y preocupaciones.
Creatividad, ante todo
Kaysie y Luis Paredes participan en la parroquia Espíritu Santo y aseguran que al principio no fue fácil, sobre todo en tiempo de clases virtuales. Ahora en vacaciones mantenerlos en actividades recreativas es una tarea diaria. Organizarse fue necesario y como pareja analizaron cada paso a seguir.
Su pasión por la música resultó ser un valioso apoyo, dado que ambos pertenecen a ministerios de música católicos. Sus tres hijos varones y la pequeña María Belén, que nació en la pandemia, le llevó a cambiar la rutina diaria con la música como aliada.
El miedo, la incertidumbre y el encierro en casa hacen difícil mantener un estado de calma.
Pero no bastaba con la música, a todos les tocó aprender hacer dulces, además crearon un área de juegos con unas llantas que recién habían cambiado al auto familiar. Construyeron una escalera para subir al árbol, espacio que se volvió una ruta de diversión diaria.
A tiempo de divertirse, padres e hijos dedican también un espacio para rezar, escuchar la Palabra de Dios y tener un tiempo de reflexión que refuerce la unidad y la fe familiar.
Bases de fe
Guadalupe y Jorge Perea, un matrimonio que lleva 18 años juntos. Tienen 3 varones y una niña. Son feligreses de la parroquia Sagrada Familia en la Diócesis de David.
Ambos aseguran que, por su formación en la fe, aprendieron a tener un verdadero diálogo en el que la escucha ha sido primordial. “Reconocer y aceptar nuestras diferencias personales para superar desavenencias.
Aprendieron a liberarse de la monotonía, a través de ingenio y la creatividad. “Un ambiente divertido, tranquilo y diferente, siempre con alegría y sobre todo en amor, señala Guadalupe, convencida que hasta el trabajo en familia se vive diferente.
Un toque especial
Carlos Herrera, psicólogo y terapeuta de parejas, asegura que su rol de esposo y padre es una experiencia que lo han marcado poco a poco, pero en este tiempo la flexibilidad y la adaptabilidad ha sido una de las grandes virtudes para poder compartir juntos, ha sido un tiempo de crecimiento en familia en un reto diario y a la vez divertido.
Herrera recomendó como importante, ser empáticos. El encerramiento en casa no es fácil ni para los padres ni para los hijos, ni como pareja. “Armonizar con lo que Dios propone cada día”, dijo.
El terapeuta y su esposa comparten diversas actividades diarias en familia, que inicia con mantener un hogar en orden. “Evitar la monotonía y generar ese afán por la aventura diariamente, jugar, bailar, hacer tareas, compartir momentos juntos, con creatividad. Son esas ideas nuevas que propician un ambiente sano y pasar el día en casa”, afirmaron.
