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Fieles celebraron a San Pancracio, modelo de conversión y entrega

Fieles celebraron a San Pancracio, modelo de conversión y entrega

Devotos participaron con fervor en la festividad del mártir romano, testimonio de fe inquebrantable y amor.

 

Por Redacción

Ciento de fieles se congregaron este lunes 12 de mayo para rendir homenaje a San Pancracio, joven mártir y patrono de la salud y el trabajo.

La celebración culminó con una concurrida procesión que partió desde la iglesia La Merced y recorrió, entre cantos y oraciones, las calles del Casco Antiguo, en un ambiente de profunda devoción.

Las festividades incluyeron una novena celebrada del 3 al 11 de mayo, con gran asistencia de devotos que cada día acudieron a pedir la intercesión del santo.

El 12 de mayo se celebró la solemnidad, con una misa especial presidida por el sacerdote Enmanuel Calo Gutiérrez, formador del Seminario Mayor de Toledo, España, y Consiliario de la Delegación de Familia y Vida.

 

Durante la homilía, el padre Enmanuel destacó tres rasgos fundamentales que hacen de San Pancracio un ejemplo de vida cristiana y de santidad.

 

El primero es su existencia misma, breve pero plena de amor a Dios, a quien colocó como el centro de su vida, irradiando alegría y esperanza a los demás.

Cada año aumenta el número de devotos que le acompañan.

El segundo aspecto fue su conversión. Siendo apenas un adolescente y soldado romano, Pancracio quedó conmovido por la manera en que los cristianos vivían su fe y decidió abrazarla con valentía y compromiso. “Ese testimonio debe tocar nuestros corazones y transformar nuestra vida”, afirmó el sacerdote.

El tercer rasgo fue su martirio. San Pancracio entregó su vida por Cristo a los 14 años, siendo decapitado en Roma alrededor del año 304. Su sacrificio sigue inspirando a vivir con generosidad, alegría y una entrega diaria que glorifique a Dios.

El nombre Pancracio proviene del griego y significa “el que lo sostiene todo”, una expresión que refleja la fuerza espiritual y la vigencia de su testimonio entre los creyentes de hoy.

 

La vida de San Pancracio

Según la tradición, Pancracio nació en Frigia, una antigua región de Anatolia, en la actual Turquía, alrededor del año 290 d.C. Su padre, un noble pagano, falleció cuando él aún era un niño, quedando al cuidado exclusivo de su madre. A los 14 años quedó huérfano y fue llevado a Roma por su tío Dionisio. Allí, ambos conocieron a un criado cristiano que los evangelizó y los introdujo en la fe.

Entregó su vida como testimonio de fe por confesar a Jesucristo.

Tocados por el mensaje del Evangelio, Pancracio y su tío se convirtieron al cristianismo. Recibieron el bautismo y la comunión, y, como signo de su nueva vida, distribuyeron gran parte de sus bienes entre los pobres. En su encuentro con Cristo, Pancracio descubrió el verdadero sentido de su existencia: halló la verdad, la libertad y el amor auténtico. Esta transformación interior fue tan profunda que, aún sabiendo las consecuencias, no dudó en ofrecer su vida por su fe.

En tiempos del emperador Diocleciano, se desató una dura persecución contra los cristianos. Pancracio fue denunciado y arrestado por negarse a renunciar a su fe. Ante las autoridades romanas, reafirmó su creencia en la divinidad de Jesucristo y expresó su deseo de ser siempre su discípulo y amigo. Fue llevado ante el mismo emperador, quien le ofreció el perdón si abjuraba del cristianismo. Pancracio se negó con firmeza y fue condenado a muerte.

El día de su martirio, Pancracio se arrodilló en el lugar de la ejecución, levantó sus ojos y manos al cielo, y dio gracias al Señor por haber llegado ese momento. Fue decapitado en Roma hacia el año 304, convirtiéndose en uno de los mártires más jóvenes de la Iglesia.