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Fraternidad y creación: la fuerza de la misión franciscana en Panamá

Fraternidad y creación: la fuerza de la misión franciscana en Panamá

La vocación de los franciscanos no solo se centra en la vida espiritual, sino también en la promoción de la justicia social, la paz y el cuidado de todas las criaturas de Dios. El 4 de octubre celebraron la fiesta en honor a su patrono.

 

Por Marianne Colmenárez

La Orden Franciscana en Panamá tiene una rica historia de evangelización y servicio que se remonta a la llegada de Fray Juan de Quevedo O.F.M. como el primer obispo de Panamá en 1514. 

Monseñor Luis Saldaña, franciscano y consagrado hace cinco meses como obispo de la diócesis de David, afirma que, a lo largo de los siglos, esta congregación religiosa ha sostenido un sólido compromiso con la misión de edificar una fraternidad inclusiva que trasciende fronteras y diferencias, dedicándose al servicio de los más vulnerables.

La Orden Franciscana sigue activa en diversas regiones del país, con fraternidades establecidas en la Arquidiócesis de Panamá, en la parroquia San Antonio de Padua de Miraflores (Bethania), así como en la provincia de Coclé, en la parroquia Nuestra Señora de La Candelaria de La Pintada. En Chiriquí, están presentes en las parroquias Nuestra Señora del Carmen en David y San Juan Bautista en Boquete.

 

La Provincia Eclesiástica de Nuestra Señora de Guadalupe, a la que pertenecen los frailes de Panamá, incluye también a Centroamérica, República Dominicana y Haití, con un total de 49 fraternidades y 193 frailes profesos solemnes.

 

“Este sistema permite que los frailes puedan moverse y servir en cualquier lugar de la provincia, formándose no para un país en particular, sino para toda la Orden”, aclaró monseñor Saldaña.

Las fraternidades se organizan con un mínimo de tres hermanos: el guardián, el párroco y el vicario parroquial. “El guardián es responsable de velar por la casa y la vida espiritual, mientras que el párroco mantiene la comunión con el obispo y dirige las actividades pastorales”, explicó fray José Olmos, actual párroco de San Antonio.

 

Buscan concientizar sobre el compromiso de amar y defender la naturaleza.

 

Los frutos de las JPIC

La vocación franciscana es una espiritualidad que incluye la promoción de la justicia social, la paz y la integridad de la creación.  A través de las JPIC (Justicia, Paz e Integridad de la Creación), las parroquias franciscanas han promovido la formación de sus fieles y acciones ecológicas de preservación medioambiental.

“La Orden ha integrado la defensa de la madre tierra en su vida diaria, inspirado por el Cántico de las Criaturas de San Francisco. Por ello, acompañamos en sus luchas a las comunidades afectadas por la minería y el extractivismo, así como también se promueven iniciativas como caminatas ecológicas o la bendición de los animales, el mismo día de la solemnidad de nuestro santo patrono”, afirmó fray René Flores, responsable de la oficina de JPIC en Panamá.

“Hace años, en La Pintada, los franciscanos, junto a Monseñor Uriah Ashley, obispo de Penonomé (QEPD) y los agentes de pastoral realizaron una lucha para detener la construcción de una represa que amenazaba a los ríos locales”, esto fue significativo, recordó Flores. 

Fray René expresó que un componente esencial de la misión franciscana en Panamá es el servicio que se brinda a los migrantes y refugiados.

 

“Uno de los frutos de la JPIC, ha sido la creación de la Red Franciscana para Migrantes (RFM) con la que hemos podido brindar asistencia, acompañamiento psicoespiritual e incidencia eclesial” destacó.

 

El domingo 29 de septiembre, en el marco de la Jornada Mundial de los Migrantes y Refugiados, celebraron en la parroquia San Antonio de Padua en Miraflores con una feria de salud y emprendimientos de migrantes y refugiados que residen en el istmo. 

A la feria asistieron nacionales, migrantes y refugiados.

En sintonía con el tema de la movilidad humana, monseñor Luis Saldaña destacó que los franciscanos sueñan con ampliar este servicio adquiriendo un terreno en la ruta entre David y Bugaba, en el que puedan construir un albergue para migrantes.

“Nos urge conseguir este lugar en el que podremos continuar con la misión que se realiza en el Hogar La Medalla Milagrosa de David; gracias a generosidad de las hermanas vicentinas que nos han apoyado en sus instalaciones”, destacó el obispo de David.

Vale mencionar que este albergue, es expresión de un trabajo en equipo entre la Red CLAMOR, a la cual pertenece la RFM y los vicentinos, en conjunto con los agentes de Migración y otros organismos humanitarios.

 

El obispo de David subrayó la urgencia de adquirir un terreno para poder continuar con la misión de brindar asistencia humanitaria a los migrantes, a través de la construcción de un albergue en esa diócesis.

 

Centros educativos y obras sociales

La labor incansable es un reflejo del compromiso con los más pequeños.

La educación franciscana es vista como una extensión de su misión evangelizadora y un medio de desarrollo social y familiar. La Orden Franciscana ha contribuido significativamente a la educación en las regiones donde están presentes. En Boquete, administran el Colegio Pio XII, y en David el colegio San Francisco de Asís, instituciones que ofrecen formación integral a niños y jóvenes en un contexto donde antes no existían muchas oportunidades educativas.

A lo largo de los años, también han desarrollado varias obras sociales significativas. Una de las más importantes es el Hogar San Francisco, administrado por las hermanas de “san Antonio”, ubicado en la vía Interamericana de David. Alberga 38 menores de edad, entre indígenas y en riesgo social.

 

El encuentro permitió alinear los esfuerzos de los frailes en toda América.

Franciscanos por la justicia y la paz en Panamá

Un total de 26 frailes franciscanos de diversos países de América, incluyendo Estados Unidos, México, Guatemala, El Salvador, Honduras, Costa Rica, Panamá, Colombia, Perú, Ecuador, Chile, Argentina y Brasil se reunieron en Boquete, Panamá, para participar en el VI Encuentro Continental de Justicia, Paz e Integridad de la Creación (JPIC). Este encuentro, que se celebra cada tres años, tiene como objetivo fortalecer, retomar y dar continuidad al trabajo de JPIC de la Orden de Hermanos Menores en el continente.

Durante cinco días, los frailes compartieron experiencias, desafíos y buenas prácticas en torno a la promoción de estos valores en sus respectivas provincias y custodias.

El encuentro se centró en analizar y sistematizar las acciones realizadas, así como en evidenciar el compromiso de los animadores de JPIC, en temas como: la migración y los refugiados, la educación, los estilos de vida, las parroquias y santuarios, y la incidencia política.

Los asistentes reafirmaron su compromiso de seguir los pasos de San Francisco, quien dedicó su vida a servir y acoger a los más necesitados, promoviendo la paz y la reconciliación en la construcción del Reino de Dios.