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“Hacer las cosas de Dios y Él hace las nuestras”

“Hacer las cosas de Dios y Él hace las nuestras”

Nacido y criado en la comunidad de Quebrada de Hacha en el distrito de Besikö en la comarca Ngäbe – Buglé, Herminio Santos, de 28 años no tuvo una vida sencilla, vivió las mismas limitaciones que sufren nuestros hermanos indígenas; sin embargo, con sacrificios y esfuerzos se fue asegurando un espacio en la Iglesia y en su comunidad.

Siendo muy pequeño fue bautizado y desde que tiene uso de razón ha sido parte de la Iglesia. Terminó su primer ciclo en el colegio de Soloy, ocupando uno de los tres primeros lugares y gracias a su perseverancia, obtuvo una beca para continuar sus estudios.

Su primer desafío fue salir de su tierra, enfrentarse a una cultura distinta a la de su pueblo, le tocó adaptarse, y gracias a su deseo de aprender, con el pasar del tiempo pudo superar ese reto. La secundaria la culminó en Bugaba, gracias a una familia que le brindó acogida para que terminara el bachillerato.

Ingresa a la universidad; sin embargo, en el primer año se retira por falta de recursos económicos. Pasó cerca de cuatro años en su comunidad y durante este tiempo cultivó la fe, involucrándose todavía más en la Iglesia.

Se metió de lleno en las tareas de la misión. “Tenía miedos, inseguridades, mucha timidez, eso fue una amenaza, era difícil hablar en público, acercarse a la gente, socializar… Todo esto logré vencerlo gracias a Dios y a la parroquia San Vicente de Paúl que siempre me ha acogido y guiado”, sostuvo.

No obstante, tenía una tarea pendiente, por lo que siguió luchando para terminar sus estudios. Recibió el apoyo de su familia, amigos que siempre creyeron en él y tuvo profesores que lo motivaron a seguir adelante.

Herminio nos cuenta que sin Dios nada de lo logrado hubiera sido posible, obtuvo la Licenciatura en Enfermería y hoy espera la oportunidad de un empleo digno donde dejar huellas y representar dignamente a su pueblo.

Reconoce que a nivel personal desea una vida sencilla y tranquila, que Cristo esté siempre en su caminar, que la Iglesia siga inmersa en su vida, ayudar a la obra de Dios y también a su familia en todo lo que sea necesario.

Confirmó que luchar por lo que uno quiere es difícil, hay retos, dificultades, problemas, pero, Dios nunca abandona y cuando lo buscamos nos damos cuenta de eso y aunque no lo notemos tarde o temprano Él nos da lo que tiene para nosotros.

Concluyó que, como seres humanos, debemos seguir luchando, buscar lo que anhelamos, “no es fácil, pero todo es posible cuando Dios está de nuestro lado, uno hace las cosas de Dios y Él se encarga de las cosas de uno”, puntualizó.