La promoción del celo apostólico en el Pueblo de Dios sigue siendo un aspecto esencial de la renovación de la Iglesia entre todos los bautizados, y es urgente.
Por Herminia Rivera
Animar la conciencia misionera del Pueblo de Dios es una tarea urgente en nuestros días, que requiere el compromiso y la entrega de todos, pues desde el bautismo somos llamados a ser misioneros de Cristo.
Con el objetivo de reanimar la llama misionera en el corazón de obispos, sacerdotes, seminaristas, religiosas, jóvenes, niños, familias y laicos comprometidos se realizó el Primer Encuentro Nacional de la Pontificia Unión Misional (PUM).
La PUM es una de las cuatro Obras Misionales Pontificias, conocidas como las OMP, y cuyo objetivo es fomentar la formación e información misionera de todos los miembros de la Iglesia, especialmente de aquellos con responsabilidades pastorales, para que vivan y promuevan la misión universal de la Iglesia
El Director Nacional de las OMP en Panamá, padre Mirope Polanco, indicó que con este encuentro se busca retomar y fortalecer el trabajo y el compromiso con las OMP en el ámbito nacional, en cada una de las diócesis, por lo cual se requiere que los obispos, sacerdotes, religiosas, religiosos y los laicos conozcan muy bien estas obras que están bajo la dirección del Papa León XIV, por ser pontificias.
Encuentro

El encuentro se realizó bajo el lema “Ser Misionero es una gracia, es un don. La Misión no es de unos pocos, la vocación a ser misioneros la recibimos todos desde el bautismo”, y recorrió varias diócesis. El primer día, 17 de junio, partió de la Capilla Ntra. Sra. del Carmen, en Los Canelos, diócesis de Chitré; el 18 de junio en el Seminario Cristo Sembrador, en la diócesis de Penonomé, y el 19 en la Arquidiócesis de Panamá, en Monte Alverna.
Asistieron a este llamado más de 150 personas, entre obispos, sacerdotes, religiosas, seminaristas y laicos, quienes conocieron más sobre el llamado de la Iglesia, que es misionera por naturaleza, y lo que significa el anuncio de la Buena Nueva, desde las OMP.
El director nacional de las Obras Misionales Pontificias, de Colombia, padre Samir De Jesús Valencia García, acompañó al padre Polanco a llevar adelante este encuentro, en busca de frutos que hagan florecer cada una de las cuatro Obras Misionales Pontificias en las distintas parroquias, capillas y comunidades del país.
El padre Valencia García recordó a los participantes que el ser de la Iglesia es la misión, y la de los cristianos es salir de su comodidad y anunciar el Evangelio en su entorno y más allá de él.
El sacerdote Valencia García invitó a los asistentes a no dejarse adormecer por el mundo, sino llevar con fuerza y decisión el espíritu misionero de la iglesia a todos los rincones.
Leoncio Castillo, joven asistente al encuentro de la capilla María Auxiliadora, Hato Montaña, en el distrito de Arraiján, dijo estar contento con servir desde las OMP, a través de la Infancia Misionera.
Aseguró que este espacio de formación será de mucha utilidad para él cuando se encuentre con su grupo de niños.
Recientemente, el Papa León XIV se reunió con todos los directores nacionales de las OMP de más de 120 países y los exhortó a seguir comprometidos con la misión evangelizadora de la Iglesia universal.
Las OMP son 4

- Pontificia Obra de la Propagación de la Fe (POPF), destinada a la promoción de la evangelización universal en todos los sectores del Pueblo de Dios, promueve la ayuda recíproca material y espiritual.
- Pontificia Obra de la Infancia Misionera: Es un servicio que ofrece la Iglesia para promover la animación y formación de los niños, adolescentes y sus educadores en la evangelización.
- Pontificia Obra de San Pedro y San Pablo: La finalidad de esta obra es sensibilizar al pueblo cristiano sobre las necesidades de la formación del clero local en los territorios de misión y la colaboración en su formación.
- Pontificia Unión Misional: Animación y formación misionera al servicio de los seminarios, sacerdotes, casas de formación y asociaciones laicales. Ofrece fundamento espiritual y formativo para los agentes de pastoral.

Papa León XIV y las OMP
Las Obras Misionales Pontificias son, efectivamente, el “principal medio” para avivar la responsabilidad misionera entre todos los bautizados y sostener a las comunidades eclesiales en las zonas donde la Iglesia es joven (cf. Decreto Ad gentes,38). Esto lo vemos en la Obra de la Propagación de la Fe, que proporciona apoyo a los programas pastorales y catequéticos; la construcción de nuevas iglesias, asistencia humanitaria y necesidades educativas en los territorios de misión.
La Obra de la Santa Infancia, del mismo modo, sostiene programas de formación cristiana para niños, además de atender necesidades básicas y velar por su protección. Asimismo, La Obra de San Pedro Apóstol ayuda a cultivar las vocaciones misioneras, tanto sacerdotales como religiosas, mientras que la Unión Misionera se encarga de la formación de sacerdotes, religiosos y religiosas, y de todo el Pueblo de Dios en la actividad misionera de la Iglesia.