En la parroquia San Martín de Porres de Penonomé, tuvo lugar la celebración de la primera profesión de votos temporales de 7 frailes de la Orden de San Agustín, que luego de haber realizado un año de noviciado en el Convento San José, dieron un sí en la consagración por medio de los consejos evangélicos de pobreza, obediencia y castidad.
Fr. Kenndy St. Fleur de Haití; Fr. Edwin De la Cruz de Rep. Dominicana; Fr. Federico Rodríguez de Venezuela; Fr. Carlos Corcho de Panamá; Fr. Andrés Perdomo de Honduras; Fr. Isaac Matamoros de Honduras; y Fr. Pedro González también de Honduras; rea-lizaron su primera profesión temporal, donde, fueron acompañados por gran parte de os frailes Agustinos de Panamá, familiares, amigos, religiosas.
Hay que tener presente que el noviciado es el período en el que la persona candida-ta, a seguir el camino de la vida religiosa adquiere fundamentos que sostendrán su compromiso.
Después de este período, se hacen los primeros votos. Constituye también un momento para que el aspirante a la vida religiosa conozca bien la congregación y también que, con la ayuda de un maestro de novicios, pueda decidir, libremente hacer los votos religiosos o seguir por otro camino.
Este noviciado intercircunscripcional de los Agustinos, forma a jóvenes en diferen-tes ámbitos de la vida religiosa antes de realizar su consagración a Dios más íntimamente. Es importante destacar que el noviciado del convento San José, reúne a jóvenes provenientes de diversos países, como Panamá, Honduras, República Dominicana, Haití y Venezuela.
La Eucaristía fue presidida por Fr. Quirilio Matos Batista, Vicario Regional de los Agus-tinos en la Antillas, y se dio bajo un clima de fraternidad y gozo por la entrada de estos nuevos frailes a la Orden de San Agustín.
Matos señaló que todo cristiano, “sobre todo ustedes novicios, están llamados a ser portadores de este mensaje de esperanza que da serenidad y alegría: la consolación de Dios, su ternura para con todos. Pero sólo podremos ser portadores si nosotros experimentamos antes la alegría de ser consolados por Él, de ser amados por Él”.
Por su parte Carlos Corcho, novicio, manifestó la sorpresa siempre nueva de haber sido llamado, por el Señor Jesús. “Llamado a seguirlo, a estar con Él, para llegar a los demás llevándole a Él, su palabra, su perdón… No hay nada más hermoso para un hombre que esto”, dijo. Finalizada la eucaristía tuvo lugar un pequeño compartir en el convento.
