Jóvenes caminaron hasta la Basílica Menor Don Bosco, reafirmaron que son esperanza y no un problema para la sociedad.
Por Marianne Colmenárez
Este domingo 7 de octubre jóvenes de distintas parroquias de la Arquidiócesis de Panamá participaron en el Jubileo de los Adolescentes. El encuentro inició con una caminata desde la parroquia Cristo Rey, ubicada en la avenida Justo Arosemena, hasta la Basílica Menor Don Bosco en Calidonia, donde monseñor José Domingo Ulloa, arzobispo de Panamá presidió la eucaristía, acompañado por sacerdotes del clero arquidiocesano.

Durante su homilía el Arzobispo se dirigió a los jóvenes con palabras de aliento. “Ustedes no son un problema, ustedes son un don de Dios y la esperanza viva de la Iglesia y de la sociedad”.
También los animó a descubrir el valor de su etapa de vida al recordar que “la adolescencia no es un simple tránsito hacia la adultez, es un regalo del Espíritu Santo para la Iglesia y para el mundo”.
Monseñor invitó a los jóvenes a no dejarse menospreciar. “Que nadie los haga sentir pequeños o incapaces. Ustedes pueden ser ejemplo con sus palabras, su fe y la pureza de su corazón”.
Voces de los adolescentes
La experiencia dejó huella en los participantes. Keily Jamer del grupo EJE manifestó sentirse conmovida al escuchar que se puede ser santo en la vida cotidiana. “Cuando el Arzobispo nos dijo que podemos ser santos en zapatillas y jeans sentí que hablaba directamente de mí y de todos los que estábamos allí. Me llena de alegría y esperanza ver nuestra Basílica llena de tantos jóvenes”.
Por su parte, Carlos Caraballo de la parroquia San Juan Bosco de Pedregal aseguró sentirse entusiasmado al escuchar en la homilía, «que los jóvenes son esa esperanza que pueden transformar la nación, podemos construir un país más justo y solidario».

Ejemplos de santidad juvenil

Sobre la canonización de Carlo Acutis y Pier Giorgio Frassati realizada por el Papa León XIV, monseñor Ulloa destacó que sus vidas son una invitación actual. “Ellos nos muestran que no se debe malgastar la vida sino orientarla hacia lo alto y convertirla en una obra maestra”.
Manifestó que ambos cultivaron el amor de Dios y a los hermanos con gestos sencillos, eran de santa misa diaria, oración y adoración eucarística.
También trajo a la memoria a San José Sánchez del Río adolescente mexicano, quien murió como mártir de la fe, demostrando que un corazón adolescente puede ser más fuerte que cualquier tortura.
Nueva parroquia
En medio de la celebración se anunció la creación de la parroquia San Carlo Acuti, ubicada en Nuevo Tocumen. Sus orígenes se remontan a la Capilla Jesús Buen Pastor que formaba parte de la parroquia Espíritu Santo y luego de la parroquia San Juan XXIII.
Actualmente es guiada por el párroco padre Jonathan Pulido junto a los vicarios Wilder Beltrán y Julián Vargas.
