, , ,

La iglesia de Santo Domingo de Guzmán revive con la bendición de su retablo restaurado

La iglesia de Santo Domingo de Guzmán revive con la bendición de su retablo restaurado

Privados de libertad, restauradores españoles y benefactores nacionales unieron esfuerzos para devolver la belleza y valor espiritual del altar mariano.

 

Por Marianne  Colmenárez

Tras medio siglo de silencio y abandono, la iglesia de Santo Domingo de Guzmán, en el Casco Antiguo, volvió a abrir sus puertas para mostrar el esplendor recuperado de su histórico retablo de la Virgen del Rosario.

La reapertura de la Iglesia se ha dado de manera progresiva.

La bendición de esta joya del siglo XVIII se celebró con un emotivo acto, que reunió al arzobispo de Panamá, monseñor José Domingo Ulloa; a la Ministra de Gobierno, Dinoska Montalvo, a sacerdotes y a benefactores comprometidos con la preservación del patrimonio nacional.

Al inicio del acto, Antonio Sánchez-Barriga Fernández, conservador de la Catedral Primada de Toledo, explicó todo el trabajo realizado en la restauración del retablo. Él dirigió al equipo de técnicos españoles, restauradores panameños, seminaristas y privados de libertad que participaron en el proyecto.

Este retablo es una joya de arte sacro de más de 300 años.

La ministra Montalvo subrayó que la trascendencia de la participación de los privados de libertad en esta restauración, va más allá de reparar un retablo afectado por humedad y termitas.

“Agradecemos a la Iglesia, que abrió sus puertas y permitió que los privados de libertad se sintieran valiosos, que encontraran un camino para restaurar sus propias vidas”, expresó.

Por su parte, fray Javier Mañas, director de las Iglesias del Casco Antiguo, señaló que el recinto sagrado no solo conserva un patrimonio arquitectónico invaluable, sino que desde el 2024 volvió a ser un espacio vivo para la fe y la comunidad cuando se incorporó en la ruta de los siete templos que recorren los fieles en Semana Santa.

Monseñor Ulloa destacó que la reapertura de este templo es un regalo para Panamá y para los visitantes. “Venir al Casco Antiguo es volver a ese pozo donde encontramos nuestras raíces e identidad”, expresó el arzobispo.

 

Respaldo de benefactores

Ricardo Gago, presidente de las Iglesias del Casco Antiguo, informó que el mayor gasto en la restauración fue el pan de oro importado de Italia y valoró el trabajo de los restauradores españoles, quienes ofrecieron su talento sin cobrar honorarios.

Además, se logró que las 30 bancas de madera fueran donadas por diferentes familias, sin inscribir nombres; diseñadas por Wilhelm Franqueza, siguiendo el estilo colonial, y talladas aquí mismo en Panamá, devolviendo autenticidad y belleza al templo, destacó Gago.

Bancas de cedro amargo ya restauradas.

La iglesia de Santo Domingo de Guzmán guarda una historia marcada por la adversidad. Fundada en 1678, fue devastada por dos incendios en el siglo XVII que derrumbaron su torre y destruyeron sus interiores.

Sus muros y arcos sobrevivieron como testigos de resistencia, con especial mención al Arco Chato, símbolo de la ciudad colonial.

En 1970, el entonces arzobispo Marcos Gregorio McGrathg entregó el templo al Instituto Nacional de Cultura para que funcionara como Museo de Arte Religioso Colonial, donde permaneció cinco décadas hasta que fue restituido a la Arquidiócesis de Panamá.