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León XIV: “La dignidad no cambia, ni en la patria ni en tierra extranjera”

León XIV: “La dignidad no cambia, ni en la patria ni en tierra extranjera”

El Papa León XIV reafirmó ante el Cuerpo Diplomático que la dignidad de los migrantes debe ser siempre respetada y protegida.

 

Por Redacción

En su primer discurso ante el Cuerpo Diplomático acreditado ante la Santa Sede, el papa León XIV hizo un enérgico llamado a defender la dignidad de cada ser humano, especialmente la de los migrantes, los más vulnerables y los excluidos.

Frente a embajadores de todo el mundo, instó a promover una diplomacia que sirva a la verdad, la justicia y la paz.

Desde el inicio, el Pontífice agradeció los mensajes de felicitación que recibió tras su elección, valorándolos como “una significativa manifestación de estima que alienta a profundizar las mutuas relaciones”. En tono cercano, definió al cuerpo diplomático como “una familia” que comparte no sólo desafíos, sino también valores humanos y espirituales.

León XIV subrayó que la diplomacia de la Santa Sede es una expresión de la catolicidad de la Iglesia, animada no por la búsqueda de privilegios, sino por la urgencia de servir a la humanidad con espíritu evangélico.

En ese contexto, destacó que la presencia de los diplomáticos evidencia el deseo de la Iglesia de llegar “a cada pueblo y a cada persona de esta tierra, deseosa y necesitada de verdad, de justicia y de paz”.

Al referirse al fenómeno migratorio, el Santo Padre recordó su propia historia: “la de un ciudadano, descendiente de inmigrantes, que a su vez ha emigrado”. 

 

“Cada uno de nosotros, en el curso de la vida, se puede encontrar sano o enfermo, ocupado o desocupado, en su patria o en tierra extranjera. Su dignidad, sin embargo, es siempre la misma, la de una creatura querida y amada por Dios” afirmó.

 

También dirigió un mensaje directo a quienes ejercen responsabilidades de gobierno, exhortándolos a construir sociedades armónicas invirtiendo en la familia, a la que llamó “verdadera sociedad” y “más antigua que cualquiera otra”,  y protegiendo especialmente a los más indefensos, sin distinción entre ciudadanos e inmigrantes.

Durante su intervención, León XIV propuso tres pilares fundamentales para la acción diplomática y pastoral: paz, justicia y verdad. Sobre la paz, la definió como el primer don de Cristo, y advirtió que también se puede “herir y matar con las palabras, no sólo con las armas”.

En cuanto a la justicia, condenó las desigualdades que generan condiciones laborales indignas y dividen a las sociedades. Y respecto a la verdad, recordó que sin una base objetiva, no puede haber relaciones auténticas ni paz duradera.

En el contexto del próximo Jubileo de la Esperanza, el Santo Padre alentó a todos a superar las divisiones y recorrer un camino nuevo de reconciliación, con especial atención a las regiones más heridas del planeta.